Crisis humanitaria azota la frontera de EE UU
En lo que va del año más de 50.000 niños y adolescentes, sin papeles, han cruzado la frontera entre México y Estados Unidos sin la compañía de un adulto.
En su mayoría, los menores provienen del llamado triángulo norte que esta compuesto por Honduras, Guatemala y El Salvador. La migración de niños no es un hecho reciente, sin embargo, en los últimos meses las cifras han aumentado hasta llegar a niveles alarmantes. Según Washington, 57.000 menores han cruzado la frontera de Estados Unidos solos entre octubre 2013 y junio del 2014.
Los jóvenes corren muchos riesgos al aventurarse a esta travesía, exponiéndose a violencia, explotación e incluso la muerte. No obstante, muchos padres prefieren los riegos del viaje migratorio en lugar de los peligros que amenazan a los niños en sus propias comunidades.
Al miedo a la violencia de pandillas y la pobreza en Centroamérica se le suma el desconocimiento de las leyes de Estados Unidos que crea la falsa impresión a muchos de que una vez en su destino los niños que viajan solos no serán deportados. El ideal del sueño americano sigue vigente en Centroamérica, donde muchos niños se crían pensando que para tener un futuro prometedor deben migrar.
El gobierno de Estados Unidos dice no estar en capacidad de recibir a tantos menores en sus instalaciones fronterizas porque están colapsadas. Esta situación ha reanudado interés por el estado de los inmigrantes en este país y ha sido la causa de nuevas discusiones sobre cambios en la ley migratoria de Estados Unidos.
El viernes, el presidente de Estados Unidos Barack Obama recibió en la Casa blanca a los presidentes de Honduras, Juan Orlando Hernández, al de Guatemala, Otto Pérez Molina, y al de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén. Obama declaró que su país y los países centroamericanos tienen una responsabilidad compartida en la crisis migratoria y aseguró que su gobierno está dedicando más esfuerzos para abordar la llegada masiva a la frontera de su país de los menores. El presidente de México, Enrique Peña Nieto, no asistió a la reunión aunque si sostuvo una conversación telefónica con el presidente Obama para tratar el tema.
Las autoridades del norte y el centro del continente buscan soluciones al problema junto con instituciones. El presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, Luis Alberto Moreno, recibió a puerta cerrada a los mandatarios centroamericanos, encuentro en el que se acordó reforzar los programas educativos, de protección de la juventud en riesgo, desarrollo productivo y generación de empleo ante la crisis migratoria en estos países.
Múltiples causas
“Estamos siendo testigos de una situación compleja donde las niñas y niños abandonan sus hogares por diversas razones que incluyen la pobreza, los deseos de reunirse con sus familias, al igual que la creciente influencia de las redes de trata de personas. También huyen de situaciones de violencia a manos de grupos criminales organizados y transnacionales, así como de poderosas pandillas locales”, indicó Shelly Pitterman, representante de la agencia de Naciones Unidas para los Refugiados, ACNUR.
Existen muchas causas que promueven el alza de los flujos migratorios, sin embargo, en este momento hay dos principales: Los altos índices de violencia en Centroamérica, en gran parte a manos de las pandillas locales y los cambios en las leyes migratorias en Estado Unidos que se han vuelto confusas para algunos.
Los jóvenes que deciden emprender el viaje migratorio suelen estar entre los 12 y los 17 años de edad, aunque también hay niños más pequeños. La violencia en Honduras, Guatemala y El Salvador han aumentado en la última década, creando un ambiente de terror permanente en las comunidades de origen. Las pandillas, que son en gran parte responsables por la violencia de estos países, han cobrado mas fuerza en los últimos años.
Según un estudio realizado, en 2012, por la oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, “no cabe duda de que Centroamérica ha visto un incremento de la violencia al mismo tiempo que ha experimentado un aumento del volumen de cocaína transitando por la región.”
Otro estudio divulgado por UNODC este año, indica que mientras la tasa de homicidios promedio en el mundo se sitúa en 6,2 por 100.000 habitantes, en América Central se registraron más de cuatro veces ese número con 26 víctimas por cada 100.000 habitantes, la segunda cifra más alta del mundo.
En Noviembre de 2013 una delegación de Obispos Católicos de los Estados Unidos, informó: “en muchos casos, las pandillas o imitadores de bajo nivel requieren el pago de dinero de familias o empresas para asegurar su ‘protección’ de la violencia o la intimidación. Para muchas familias, la renta en sí es un hecho de vida aceptado que es parte de vivir en la comunidad”.
Para las familias de ingresos muy bajos esta “renta” puede volverse impagable. Esto es un factor más que impulsa a los jóvenes emigrantes a salir en busca de dinero para mantener a sus familias, en muchos casos a hermanos más pequeños, que dejan en sus países de origen.
Al miedo a la violencia en Centroamérica se le suma un desconocimiento de las leyes que crea confusión y esperanza a los migrantes que suponen que una vez en Estados Unidos no serán deportados.
En junio del 2012, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, propulsó una nueva política de estado, según la cual, las personas menores de 30 años, que llegaron a Estados Unidos siendo menores de edad sin papeles, se les otorgó una prórroga de 2 años para regularizar su situación, sin ser deportados, según Janet Napolitano, Homeland Security Secretary.
Esta política de estado no se aplica a niños que recién están llegando a Estados Unidos. Es una interpretación errónea lo que ha ocasionado que muchos menores se estén entregando voluntariamente a autoridades del control fronterizo pensando que no serán devueltos. Estas interpretaciones equivocadas son promovidas, en muchas ocasiones, por los grupos criminales dedicados a la trata de personas.
Esta situación fue confirmada por el presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, en la Conferencia Internacional Migración, Niñez y Familia, la semana pasada. Hernández, indicó que las redes del crimen organizado han mal informado a los hondureños sobre el presunto alcance de la nueva reforma en Estados Unidos.
La Ley de Reautorización de Protección de las Víctimas de Tráfico de Personas, por otra parte, otorga a los menores centroamericanos que cruzan solos la frontera más protecciones jurídicas que a quienes vienen de México o Canadá.
“La ley del 2008 creó un proceso que tiene sentido si estamos hablando de una cantidad limitada de niños, de víctimas de tráfico sexual, pero no tiene sentido cuando se trata de 50.000 menores no acompañados”, expresó el senador republicano Lindsey Graham y añadió: “La ley del 2008 no fue diseñada para hacer frente a esta situación”.
Por esta razón, legisladores republicanos en Estados Unidos han presentado un proyecto de ley que pretende que los menores centroamericanos no se beneficien automáticamente de esa protección y queden en las mismas condiciones que los mexicanos, lo cual otorgaría a las autoridades fronterizas más flexibilidad para devolverlos a sus países.
Búsqueda de soluciones
En este momento, la propuesta de cambio de la ley de migración está siendo debatida en el Congreso de Estados Unidos. Este proyecto enfrenta una fuerte oposición.
Se espera que los congresistas, tanto demócratas como republicanos, lleguen a alguna conclusión pronto, en vista de que el Congreso entrará en su “receso” anual dentro de una semana. Si no llegan a nada antes de esa fecha, la resolución del conflicto se prolongara por más tiempo.
El presidente Barack Obama, por otra parte, solicitó 3.700 millones de dólares al Congreso para establecer un fondo de emergencia para enfrentar la crisis humanitaria. Este dinero tiene como objetivo aumentar seguridad en la frontera así como mejorar las condiciones de los niños que se encuentran en refugios fronterizos.
Información El Nacional