Correa recuerda rebelión policial con denuncia de nuevos planes opositores
QUITO, (AFP) – El presidente de Ecuador, Rafael Correa, conmemora el martes el cuarto aniversario de una rebelión policial que calificó de intentona golpista, alertando sobre nuevos planes de la derecha para recobrar el poder en América Latina con apoyo de Estados Unidos.
Correa, de 51 años y en el poder desde 2007, convocó a sus seguidores a una concentración a partir de las 06:00 pm locales (11:00 pm GMT) para recordar la sublevación de uniformados por una reforma salarial que sumió en el caos a varias ciudades, y dejó diez muertos y centenas de heridos.
El mandatario izquierdista, que entonces se movía con ayuda de muletas por una operación en la rodilla, fue agredido por los policías cuando intentaba calmar la protesta en un cuartel de Quito, y se refugió en un hospital de donde fue rescatado por los militares en medio de una intensa balacera la noche del 30 de setiembre de 2010.
«Aquel día cambió el país para siempre. Por primera vez en la historia todo un pueblo salió a defender a su gobierno, y le dijo a los golpistas: no pasarán», escribió Correa en su Twitter, al invitar a celebrar lo que denomina el día en que «triunfó la democracia».
Correa denunció el levantamiento policial como un intento de golpe de Estado, mientras la OEA y la ONU lo calificaron de amenaza al orden democrático. Sin embargo, opositores del gobierno acusaron a Correa de haber provocado los incidentes.
La justicia ecuatoriana, por su parte, ha declarado culpables a 60 personas por delitos vinculados con los episodios del 30 de setiembre de 2010, incluidos seis policías condenados por intentar asesinar al presidente, mientras la fiscalía prepara un proceso por tentativa de golpe de Estado.
Además de sus seguidores, Correa estará acompañado de líderes de izquierda de varios países que fueron convocados por el movimiento oficialista para hablar sobre los supuestos planes de la derecha para recobrar el poder en América Latina, tras una década de triunfos electorales de la izquierda en cabeza de gobiernos críticos de Estados Unidos como los de Argentina, Bolivia, Ecuador y Venezuela.
«Ese momento histórico ya terminó. Hoy esas fuerzas de derecha están recuperadas, están articuladas, nacional e internacionalmente, con estrategias de poder y por supuesto con la descarada complicidad de la prensa nacional e internacional y de los países hegemónicos de siempre», dijo el presidente ecuatoriano el lunes.
Correa dijo que Estados Unidos ofreció apoyo a esos grupos opositores a través de un programa de financiación de líderes recientemente anunciado por el presidente Barack Obama.
«América Latina sabe muy bien lo que aquello significa: simplemente más intervencionismo (…) !Ya basta!, !Ya basta! Que nos dejen en paz», reclamó el mandatario.
La conmemoración del 30 de septiembre se inició con un homenaje a un militar y un policía caídos durante el operativo de rescate de Correa. Las autoridades develaron placas en su memoria.
Esto es para que «esa nueva generación recuerde lo que sucedió en realidad el 30 de setiembre, en el momento en que quisieron desestabilizar a un gobierno, y que quisieron dar un golpe de Estado», dijo a la AFP Olga Fernández, madre de Juan Pablo Bolaños, uno de los uniformados muertos.