Correa dice que a Ecuador le falta audacia para el Mundial
QUITO, (AFP) – El presidente de Ecuador, Rafael Correa, estimó el viernes que a la selección de su país, que disputará la Copa del Mundo de Brasil-2014, le falta acoplarse de manera plena, así como algo de audacia.
«Tenemos un gran equipo. Sin embargo, creo que le falta acoplarse todavía algo, y no tenemos mucho tiempo», dijo el mandatario en una entrevista radial.
Agregó que a la tricolor, que enfrentará a Suiza, Honduras y Francia en el Grupo E del máximo certamen, le «falta un poco de explosión, un poco de audacia».
«Jugamos muy lateralmente, muy inofensivamente, o sea nos faltó un poco de explosión y sorpresa», dijo Correa, quien asistirá a la inauguración del Mundial, el próximo jueves, y reconoció haber observado el segundo tiempo del amistoso con Inglaterra del miércoles en Miami, con empate 2-2.
El gobernante, aficionado al balompié e hincha del monarca ecuatoriano Emelec, señaló que «confío en el profesor (Reinaldo) Rueda, estoy seguro que él sabrá ver las deficiencias que tiene el equipo y ajustarlas para el Mundial».
«Lo que sí tengo confianza es que vamos a hacer un gran papel en el Mundial», dijo Correa luego de que Ecuador escalara a los octavos de final del ecuménico de Alemania-2006, en que perdió (1-0) ante Inglaterra.
El jefe de Estado asistirá a la apertura del Mundial, atendiendo una invitación de su homóloga brasileña, Dilma Rousseff.
«Ante la insistencia de Dilma Rousseff y ante mi poca resistencia, estaré el día jueves 12 de junio en la inauguración del Mundial», dijo Correa entre bromas, en medio de las cuales anotó que «me muero de ganas de estar en un Mundial».
Retomando la seriedad en la entrevista, el presidente ecuatoriano sostuvo que su presencia en Brasil «también es un espaldarazo a Dilma por todos los problemas que ha tenido que enfrentar, y es un poco injusto».
«Van a ir algunos presidentes regionales, progresistas sobre todo, a darle un espaldarazo a Dilma», enfatizó.
El gobierno de Rousseff ha afrontado multitudinarias manifestaciones callejeras en protesta contra el gasto público en el certamen.
El martes la mandataria defendió el legado que dejará el evento deportivo, al asegurar que el grueso de la inversión pública es sin duda «para Brasil» y no para el Mundial, con aeropuertos y proyectos de movilidad urbana.