Candidatos a la caza de los últimos votos a un día de elecciones en Brasil
BRASILIA, (AFP) – Los candidatos a la presidencia de Brasil, encabezados por la presidenta Dilma Rousseff, luchan el sábado por conquistar el voto de los últimos indecisos para unas elecciones que se perfilan como un plebiscito de los 12 años de gobierno del Partido de los Trabajadores.
Los brasileños están divididos entre los defensores de las conquistas sociales de Rousseff y su predecesor Luiz Inacio Lula da Silva (2003-2010), y los partidarios de un cambio tras cuatro años de magro desempeño económico y una inflación que ha llegado a superar el 6,5%.
Rousseff (PT, izquierda), que busca la reelección, es la favorita para los comicios del domingo, con un 40% de la intención de voto.
El domingo de noche conocerá probablemente a su adversario en un eventual balotaje previsto para el 26 de octubre: la ecologista Marina Silva, del Partido Socialista (PSB), o el socialdemócrata Aecio Neves (PSDB).
Silva, que hace un mes parecía capaz de ganar a la mandataria en el balotaje, cayó a 24% en la última encuesta Datafolha, mientras Neves subió a 21% (Ibope da las mismas cifras, con un 19% para Neves).
Una nueva encuesta este sábado confirmó ese giro: Neves pasaría al balotaje porque subió a 24% de las preferencias mientras que Silva siguió cayendo a 21,4%, señaló el sondeo realizado por la firma MDA a encargo de la Confederación Nacional del Transporte.
El conteo de los votos a partir de las 05:00 pm locales (08:00 pmGMT) del domingo promete ser un momento de máximo suspense para los 142,8 millones de electores de este gigante emergente, séptima economía mundial.
En las calles e internet
Cerrada la campaña oficial de radio y TV el jueves, Silva, de 56 años, y Neves, de 54, concentraban los últimos esfuerzos para entrar al balotaje contra Rousseff en actos callejeros y redes sociales.
«Es hora de votar a quien realmente puede vencer al PT», lanzó el viernes Silva, ex militante de ese partido, en su cuenta Twitter, donde tiene más de un millón de seguidores.
La ecologista participa este sábado de un mitin en el estado de Sao Paulo, y luego viajará a su estado amazónico de Acre (norte), donde votará el domingo.
La ex senadora, criada en el corazón de la Amazonía y analfabeta hasta los 16 años, surgió como un tsunami en la campaña electoral en agosto, tras el dramático fallecimiento del candidato socialista Eduardo Campos en un accidente de avión.
Por su lado Neves, el favorito de los mercados y apoyado por la fuerte maquinaria del PSDB, el partido que gobernó Brasil de 1995 a 2002, será el protagonista de tres actos políticos en el estado de Minas Gerais (sur), su bastión electoral, del cual fue gobernador durante dos mandatos.
Rousseff se dirigirá a los militantes del PT en Belo Horizonte (Minas Gerais), donde nació, y luego en Porto Alegre (sur), donde votará.
Un plebiscito del PT
Para Joao Augusto de Castro Neves, analista de Eurasia Group, las elecciones de este domingo son «casi como un plebiscito sobre los 12 años del PT» en el poder.
«Existe un deseo de cambio, de personas que quieren mejoras en la economía, especialmente en las clases más altas, pero también hay el deseo de mantener y defender las conquistas del PT. No los cuatro años de Rousseff, sino los 12, cuando hubo crecimiento económico, elevación del salario mínimo y programas sociales», indicó.
A pesar del favoritismo, serán «las elecciones más difíciles para el PT», señala el politólogo Lucio Rennó, de la Universidad de Brasilia.
«Aunque Rousseff llegará fuerte a un eventual balotaje, enfrentará a un candidato competitivo, sea Silva o sea Neves, que seguramente sellarán un pacto de apoyo anti-PT» para sumar votos, siguió.
Las elecciones del domingo definirán también los gobernadores de los 26 estados más el Distrito Federal, y en el Congreso, los 513 diputados y 27 de los 81 senadores, vital para gobernar.
Este nivel de imprevisibilidad y emociones no se repetía en Brasil desde hace 25 años, tras el fin de la dictadura (1964-1985), destacó el analista André César, de la consultora Prospectiva.
«En 1989, había un ambiente de absoluta novedad, eran las primeras elecciones directas de la democracia, los principales partidos lanzaron candidatos. Fernando Collor comenzó a despuntar, pero no se sabía quién lo enfrentaría en segunda vuelta. El balotaje fue disputado voto a voto entre Lula y Collor», recordó.