Brasil fue testigo del apocalipsis y la cultura afrocaribeña
La lluvia torrencial no detuvo el ritmo de la batería, la samba de esculturales bailarinas semidesnudas ni el recorrido de un mar de gente con suntuosos disfraces: en medio de rayos y truenos comenzaron el domingo los desfiles en el sambódromo de Río, apoteosis del Carnaval más famoso del mundo.
Las celebraciones callejeras han causado, no obstante, dos muertos y diez heridos en Brasil. El principal episodio de violencia se registró en Paraty, donde un enfrentamiento entre narcos rivales tuvo como resultado un muerto y nueve heridos de bala. Otro hombre fue apuñalado en Sao Paulo y uno más herido en Salvador de Bahía durante una pelea.
En el sambódromo de Río, el público aguantó estoico la tormenta en las tribunas, cubiertos de pies a cabeza con impermeables desechables. Los integrantes de las escuelas tampoco se dejaron amilanar por el mal tiempo.
Más de 72.000 espectadores asisten en éxtasis a los desfiles de las 12 mejores escuelas de samba, que compiten durante 2 días por el título de campeona del Carnaval. Cada una escoge un tema para la presentación e invierte millones de dólares para recorrer durante un máximo de 82 minutos los 720 metros de la avenida Sapucaí.
Las carrozas favoritas. Un desfile sobre las locuras que las personas harían si creyeran que el fin del mundo es al día siguiente fue el más aplaudido el domingo. La escuela que tuvo esta idea, la Mocidade Independente de Padre Miguel, fue despedida por el público con el grito de “campeón”.
La presentación de esta agrupación, integrada por cerca de 4.000 músicos y bailarines, sorprendió por el lujo de los disfraces y la creatividad de las carrozas alegóricas, algunas de las cuales iban equipadas con efectos especiales.
La escuela Salgueiro, con un desfile dedicado a la culinaria del estado de Minas Gerais, ofreció como siempre una presentación técnicamente perfecta, repleta de actores y personalidades famosas.
Viradouro exaltó la importancia del negro en la cultura brasileña. El aguacero no impidió que los integrantes de la agrupación ni las personalidades invitadas a desfilar, entre ellas los tenistas españoles Rafael Nadal y David Ferrer, atravesaran el sambódromo con gran alegría y energía.
La escuela Mangueira se vio perjudicada por la lluvia y su presentación, dedicada a las mujeres brasileñas, pecó por la falta de emoción. Vila Isabel, cuyo motivo principal fue la música clásica, mostró que estaba más preocupada con la perfección que con la animación del público, que recibió con frialdad el desfile.
Brasilia festejó el Carnaval con un bicibloco (actividad de bicicletas, patines y patinetas) en la avenida Eixao, pues el desfile oficial de escuelas de samba del Distrito Federal fue suspendido por falta de presupuesto.
Fuente: EFE