Bachelet obligada a negociar su reforma tributaria para priorizar inversión
SANTIAGO, (AFP) – El gobierno de Michelle Bachelet se ha visto obligado a negociar una de sus reformas emblemáticas, la tributaria, y a anunciar planes de inversión para tratar de recuperar el crecimiento, ante un frenazo más profundo de lo esperado en Chile.
Con la baja del precio del cobre, del que Chile es el principal productor mundial, y una disminución de la demanda de China y de las inversiones -especialmente en minería- la economía chilena ha experimentado un freno a sus altos índices de crecimiento.
Para 2014, el Banco Central redujo su estimación de crecimiento en dos ocasiones, de un rango de 3,75%-4,75% a 2,5%-3,5%.
La intensidad de la desaceleración ha tomado por sorpresa al Ejecutivo: si al principio el gobierno hablaba de una recuperación a fin de este año, Bachelet ya pospuso el cambio de ciclo para 2015, para afianzarlo en 2016.
El deterioro económico ha condicionado la discusión en el Congreso chileno de una de las principales reformas propuestas por Bachelet, la tributaria, con la que pretende recaudar 8.300 millones de dólares anuales para educación y gasto social con un alza de impuestos a las empresas.
«La desaceleración económica y sobre todo la caída en la inversión ya está afectando sin duda las prioridades y el diseño de la agenda política del gobierno», explicó a la AFP el analista de la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI), Max Colodro.
Las malas cifras empujaron a la mandataria a aceptar un acuerdo con la oposición para rediseñar su propuesta tributaria inicial.
De un proyecto de ley que proponía un sistema único y progresivo pero que adolecía de falta de incentivos a la inversión, se pasó a otro con la misma meta de recaudación, pero que según varios expertos es más complejo y con más vacíos que podrían permitir la evasión.
La reforma tributaria que se encuentra ahora en trámite en el Congreso «es algo distinto a lo que el gobierno buscaba. Tuvo que hacer una modificación a la cual se vio obligado por las circunstancias y no en función de sus convicciones iniciales», explica Colodro.
Acento en la inversión
Según el profesor de la UAI, «el gobierno no previó que las medidas de política interna que iba a tomar (en su programa de reformas) iban a profundizar y acentuar los efectos de ese contexto de crisis externo».
Para revertir la tendencia, la primera orden fue la de llegar a un acuerdo con la oposición y actores económicos para hacer posible la reforma tributaria. En las últimas semanas el giro ha sido hacia la inversión pública, y las señales al mundo privado -que critica la conducción del gobierno- para que siga la misma senda de inversión productiva.
«En tiempos de desaceleración hay una proliferación de críticas, la mayoría de ellas infundadas, y llamaría a todos a cuidar las expectativas», señaló este lunes el ministro de Hacienda, Alberto Arenas.
«En 2015 vamos a estar mejor que en 2014 y aquellos que están señalizando cifras magras para la economía están sobrerreaccionando frente a una situación», añadió el ministro.
Bachelet ha anunciado la inyección de 4.500 millones de dólares a la cuprífera estatal Codelco, la mayor productora mundial de cobre, para afianzar su programa de inversiones.
También ha apostado por un plan de infraestructura a largo plazo de 28.000 millones de dólares al 2020 -entre dineros públicos y a través de concesiones-, y un aumento de capital en el BancoEstado destinado a créditos para pequeñas y medianas empresas.
Este lunes, la mandataria agregó unos 500 millones de dólares al plan para los próximos cuatro meses en un intento por reforzar la inversión pública e impulsar la privada, y generar 11.500 empleos adicionales partir de octubre.
«La idea es empezar desde ya la tarea de dar impulso al crecimiento económico», dijo Bachelet tras presentar el plan ante la prensa en el Palacio de La Moneda.
El objetivo es «reforzar la inversión pública, estimular el emprendimiento especialmente a las pequeñas y medianas empresas, y darle un impulso a la inversión privada», señaló.