Armas de EEUU para Afganistán habrían terminado en manos de talibanes
WASHINGTON, (AFP) – Washington y Kabul no lograron seguir las huellas de cientos de miles de armas estadounidenses destinadas a las fuerzas afganas, algunas de las cuales habrían terminado en manos de insurgentes, concluyó una auditoría cuyos resultados fueron divulgados el lunes.
Estados Unidos también envió más armas de las que ahora necesitan las fuerzas afganas, en parte porque funcionarios de ese país modificaron con el tiempo sus solicitudes, sostiene el informe.
Desde 2004 los militares estadounidenses enviaron más de 747.000 rifles AK-47, ametralladoras, lanzagranadas y otro armamento a las fuerzas afganas por un valor de 626 millones de dólares.
Pero ni el gobierno estadounidense ni el afgano pudieron seguir el rastro a las armas, en particularmente a centenares de miles de rifles de asalto y otro tipo de armas, según las conclusiones del Inspector General Especial para la Reconstrucción de Afganistán.
«Dada la limitada capacidad del gobierno afgano para rendir cuentas o disponer adecuadamente de las armas, existe una posibilidad real de que esas armas caigan en manos de insurgentes», asegura el informe.
Los militares ya tenían problemas para controlar la distribución de las armas y Kabul tiene «serios problemas» para responsabilizarse del flujo masivo de esas armas, agrega.
El Inspector General Especial advierte además del peligro de que el exceso de armas probablemente podría agravarse, debido a que las fuerzas de seguridad afganas se reducirán en los próximos años. Un plan tentativo acordado por los miembros de la OTAN reducirá el número de integrantes de la fuerza de 532.000 a 228,500 en 2017.
La auditoría urge al Pentágono a ayudar al gobierno afgano a realizar un inventario completo de todas las armas livianas entregadas a Kabul, y recomienda que Washington y Kabul para recuperar las armas excedentarias y reducir los envíos cuando se reduzca el número de efectivos afganos.