Actitud de Latinoamérica frente a DDHH en Venezuela es «decepcionante»
WASHINGTON, (AFP) – Los países de América Latina han mantenido una actitud «decepcionante» ante la situación de derechos humanos en Venezuela, que este año vio violentas protestas y detenciones masivas, denunciaron este lunes organizaciones no gubernamentales en Washington.
«Es indudable que los gobiernos latinoamericanos han tenido una actitud decepcionante en general en relación con el caso de Venezuela y otros casos similares», dijo el director para América Latina de Human Rights Watch, José Miguel Vivanco.
Para Liliana Ortega, de la organización venezolana Cofavic, «América Latina ha sido tímida frente a la situación de derechos humanos en Venezuela», donde más de 40 personas murieron en protestas antigubernamentales a principios de año.
El compromiso de la región con Venezuela deja «saldos en negativo», señaló Carlos Correa, de Espacio Público, especialmente luego de la decisión de Caracas de rechazar una petición del alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos en favor de la liberación del dirigente opositor Leopoldo López.
«No puede ser que el gobierno de Venezuela haga una declaración desconociendo sus obligaciones en el sistema de Naciones Unidas y otros países de la región no digan nada», apuntó.
Organizaciones venezolanas defensoras de los derechos humanos están en Washington para asistir este martes a las audiencias de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Los activistas denunciaron un clima de aumento de la pobreza y crecientes restricciones a las libertades en Venezuela, combinado con un aumento de la «militarización» en el gobierno.
Para los medios de comunicación venezolanos, 2014 fue el «peor año» de las últimas dos décadas, dijo Correa, denunciando censura y restricción al suministro de papel para la prensa.
Ante esa situación «Mercosur y Unasur deben estar muy atentos», señaló Marino Alvarado, director de Provea.
Los activistas llamaron a los organismos multilaterales y a presidentes como Juan Manuel Santos, de Colombia, y Dilma Rousseff, reelecta el domingo en Brasil, a retomar su observación de la situación venezolana.
Unasur fungió de observador de un diálogo que el presidente venezolano, Nicolás Maduro, y un sector de la oposición entablaron en abril luego de las protestas antigubernamentales. Las conversaciones se suspendieron el 13 de mayo.
Según Correa, los países de Unasur tienen «suficientes diagnósticos y líneas de acción» y deben actuar porque «en Venezuela es necesario el soporte de la comunidad internacional» para promover las instituciones democráticas y los derechos humanos.
«Que hagan la cuestión en serio y asuman su tarea», afirmó.