Rey Juan Carlos se enfrenta a una demanda de paternidad
El Tribunal Supremo español decidió este miércoles admitir a trámite una de las dos demandas de paternidad presentadas contra Juan Carlos de Borbón ante ese órgano judicial, por lo que estudiará el caso.
El pleno de la Sala Civil del alto tribunal analizó esas dos demandas y acordó admitir la presentada por la ciudadana belga Ingrid Sartiau, quien reclama ser hija de don Juan Carlos I.
Sartiau y el ciudadano español Alert Solá fueron los que presentaron las demandas con las que reclaman ser hijos de Juan Carlos de Borbón, quien accedió al trono en noviembre de 1975 y que en junio pasado abdicó en favor de su hijo Felipe VI.
El fiscal ante el Supremo se había pronunció el pasado mes de noviembre en contra de que el alto tribunal admitiera a trámite las demandas, pues considera que no son acordes al principio de prueba que exige la Ley de Enjuiciamiento Civil para estos casos.
El artículo 767.1 de la citada norma prevé que «en ningún caso se admita la demanda sobre determinación o impugnación de la filiación si con ella no se presenta un principio de prueba de los hechos en los que se funde».
Juan Carlos de Borbón es aforado ante el Supremo desde el pasado mes de julio, cuando el Parlamento aprobó la reforma legal para incluirle – solo pueden ser juzgados por este tribunal – junto a la reina Sofía, la reina Letizia y la princesa de Asturias.
Las demandas fueron rechazadas por juezas de primera instancia ante la inviolabilidad de la figura del monarca establecida por la Constitución y ante el vacío legal que pretendió subsanar la reforma citada.
Una larga historia
El que fuera en otro tiempo intocable para la prensa española, deberá enfrentar ahora la muy mediática historia de Sartiau, a quien su madre había dicho un día, viendo al rey de España aparecer en televisión: «ese hombre es tu padre».
El miércoles, la Casa Real española, que bajo la batuta de Felipe VI se esfuerza por mejorar su imagen, se limitaba a afirmar su «respeto a la independencia del Poder Judicial».
Juan Carlos pasa a engrosar así la lista de monarcas europeos demandados por hijos ilegítimos, presuntos o reales, como el anterior rey belga Alberto II o el príncipe Alberto II de Mónaco, que en 2005 reconoció al pequeño Alexandre, entonces de 22 meses, fruto de una relación con una azafata francesa.
«Un escándalo mayúsculo»
La aceptación de la demanda contra Juan Carlos se hace posible ahora dado que, al abdicar, perdió la calidad de «inviolable e irresponsable» que tenía como monarca.
Sartiau y el que creía ser su medio hermano, el español Alberto Solá Jiménez, ya habían presentado en 2012 sendas demandas de paternidad que habían sido rechazadas por tribunales civiles argumentado precisamente esta protección judicial.
Solá Jiménez, que fue adoptado, afirma que su madre biológica, hija de un conocido banquero de Barcelona, había mantenido una relación con el monarca.
La prensa belga aseguró en 2012 que él y Sartiau habían realizado una prueba de ADN según la cual eran hermanos al 91%. Sin embargo, en una entrevista a la publicación belga Soir Magazine, en 2014, la mujer reconoció que una segunda prueba había dado resultado negativo, aunque sin quebrantar su convicción deser la hija de Juan Carlos.
La demanda de Solá, presentada también ante el Supremo, fue rechazada, informó éste sin más precisiones, destando inmediatamente especulaciones según las cuales, por ser varón y mayor que Felipe VI, de ser reconocido hijo deJuan Carlos podría reclamar derechos dinásticos.
Algo que refuta César de la Lama, autor en 1975 de la primera biografía autorizada del monarca y que en 2014 publicó el libro «Juan Carlos I, rey padre»: «en España nunca ha reinado un bastardo no reconocido: eso no está dentrode la institución, ni en la línea hereditaria», asegura.
«Sería un escándalo mayúsculo pero no un problema de tipo dinástico», subraya, reconociendo que a Juan Carlos siempre «le han gustado mucho las mujeres como a Alfonso XIII (su abuelo), que tuvo un hijo bastardo».
Todo parte de una vida privada sobre la que la prensa española no se permitía hablar hasta hace poco. Hasta que en 2012 comenzó a aludir a la «amistad» del monarca con una aristócrata alemana, Corinna zu Sayn-Wittgenstein, unos 30 años más joven que él, a raíz de un muy controvertido safari a Botsuana para cazar elefantes.
Según el catedrático en Derecho Constitucional Antonio Torres del Moral, Juan Carlos podría recurrir la decisión del Tribunal Supremo.
Pero su futuro importa ya poco a los políticos en España, considera De la Lama: es «un rey fuera de juego», afirma.
Información http://m.elobservador.com.uy/noticia/295949/rey-juan-carlos-se-enfrenta-a-una-demanda-de-paternidad/