Detenidos declaran haber matado y quemado a estudiantes desaparecidos en México
Mexico AFP.-Presuntos sicarios del narcotráfico detenidos en México han declarado que los 43 estudiantes desaparecidos están muertos y sus cadáveres fueron incinerados y arrojados a un río, una brutal revelación difundida el viernes por la fiscalía que los padres se resisten a creer.
Después del anuncio, Enrique Peña Nieto, que atraviesa por la peor crisis desde el inicio de su presidencia en 2012, envío un mensaje a las incrédulas familias en el que prometió hacer justicia para este «crimen abominable» que ha conmocionado al país y la comunidad internacional.
El fiscal general, Jesús Murillo Karam, ofreció el viernes el primer relato de este escalofriante crimen que llega hasta la supuesta muerte de los jóvenes a manos de sicarios del cártel Guerreros Unidos.
«Sé del enorme dolor que produce en los familiares la información que hasta ahora hemos obtenido. Un dolor que compartimos», dijo con semblante grave ante los periodistas.
El gobierno de México está bajo una fuerte presión nacional e internacional desde que la noche del 26 de septiembre 43 estudiantes de una escuela de Ayotzinapa (Guerrero, sur) desaparecieron tras ser atacados por policías de la cercana ciudad de Iguala.
Los agentes entregaron a los sobrevivientes a sicarios de Guerreros Unidos. Los jóvenes fueron trasladados esa noche en dos vehículos a un apartado basurero de la vecina localidad de Cocula a donde algunos ya llegaron muertos por asfixia, de acuerdo con tres sicarios detenidos.
– 14 horas de infierno –
Según la estremecedora reconstrucción, los jóvenes fueron interrogados en ese oscuro paraje «por el grupo criminal para determinar quiénes eran y los motivos de su llegada a Iguala», señaló Murillo Karam, que mostró videos en que los detenidos describen los hechos con una absoluta frialdad.
Los estudiantes se habían desplazado a esa localidad situada a solo 200 km de Ciudad de México para recaudar fondos para su escuela. Para regresar a sus casas se habían apoderado de dos autobuses en Iguala, cuyas autoridades son acusadas de servir a los Guerreros Unidos en sus sangrientas pugnas territoriales con otros cárteles.
Los detenidos señalan que «privaron de la vida a los sobrevivientes y después los arrojaron a la parte baja del basurero y quemaron los cuerpos» con gasolina, llantas, leña y otros elementos en un infierno que duró 14 horas, dijo Murillo Karam.
En esa montañosa zona los peritos han encontrado cenizas y algunos restos óseos humanos pero los detenidos recibieron órdenes para que los otros restos calcinados fueran fracturados y colocados en bolsas de basura que vaciaron en un río cercano.
Murillo Karam dijo que una de las bolsas fue encontrada cerrada y que en su interior fueron hallados restos humanos que, por su estado de calcinación, podrían no llegar a ser nunca identificados, aunque el fiscal aseguró que se hará todo lo posible y se ha solicitado ayuda a expertos de una universidad de Austria.
«Hay muchos indicios» que «nos podrían indicar que son» los estudiantes, lamentó.
– Padres exigen pruebas –
Murillo Karam aseguró que hasta que no tengan pruebas científicas de la muerte de los estudiantes los seguirán considerando como desaparecidos, pero los familiares repudiaron su anuncio.
«Mientras no haya pruebas, nuestros hijos están vivos», recalcó Felipe de la Cruz, vocero de los padres, en una tensa conferencia de prensa ofrecida en la escuela de Ayotzinapa.
Los indignados padres, exhaustos tras 42 días de angustiosa espera, exigen al gobierno que refuerce la búsqueda y avanzan que sólo creerán los peritajes que realice un grupo independiente de forenses argentinos a los que invitaron a participar en la investigación.
Las autoridades «dicen lo que dicen, que es su verdad. Para nosotros es una mentira más», dijo De la Cruz, que acusó al gobierno de querer facilitar la partida el domingo de Peña Nieto a una gira prevista por China y Australia para participar en las cumbres de APEC y G-20.
El mandatario mantuvo el viaje pese a las multitudinarias movilizaciones que se repiten en México y los reclamos internacionales por parte de la ONU y Estados Unidos para que esclarezca el caso.
«A los padres, familiares y compañeros les reitero mi solidaridad y el total respaldo de mi administración», dijo el presidente en un evento público el viernes.
El crimen de Iguala, denunció Amnistía Internacional, desnuda la inacción de las autoridades contra la corrupción y la impunidad que rodea a la violencia desde hace años en México.
«La desaparición forzada de los estudiantes es sólo el último de una larga serie de horrores que han sucedido en el estado de Guerrero y el resto del país», criticó Erika Guevara Rosas, directora para las Américas de Amnistía Internacional, en un comunicado.
Para Human Rights Watch, este crimen es uno de los «más graves registrados en la historia contemporánea de México y América Latina»
La ONG ha alertado de la situación «crítica» de los derechos humanos en México, donde se han perpetrado más de 80.000 asesinatos y 22.000 desapariciones desde que el expresidente Felipe Calderón lanzó al Ejército contra los cárteles en 2006.