Hello Kitty cumple 40 años
Durante todo el fin de semana se conmemoró el 40 aniversario de Hello Kitty en el barrio de Shibuya, epicentro de la moda juvenil de Japón que estos días –más que nunca- ha dejado en evidencia su fervor por la popular felina.
Parejas de novios, grupos de amigas y familias con niños acudieron hasta el sector para fotografiarse en un stand temático de la gata. Todas las imágenes fueron publicadas en la cuenta de Twitter @kitty40_HUG.
Esta es una de las iniciativas que Sanrio, la compañía que concibió y posee los derechos de Hello Kitty, ha programado para el aniversario y que se enmarca en una campaña global que consiste en dar abrazos a la gatita (en realidad, a alguien disfrazado de ella) para felicitarla por su cumpleaños.
Dentro del país asiático, la felina con lazo y sin boca logró ser algo más que una figura reconocible: es una efigie que ha logrado conquistar a tres generaciones de mujeres y que va ya a por la cuarta, todo un logro en el marco de la sociedad de consumo.
El particular culto se originó en 1974 con algo tan sencillo como un monedero de vinilo transparente.
Ahí apareció por primera vez la creación de la diseñadora Yuko Shimizu, que dibujó con un trazo casi elemental a la gatita blanca sentada de perfil entre una pecera y una botella de leche.
Simple, pero millonaria
Desde sociólogos a expertos en marketing se han preguntado cómo un dibujo tan sencillo, que además no ha cambiado en sus líneas básicas en 40 años, ha podido enloquecer a tantas mujeres.
El caso es que Shimizu, que apenas dos años después dejaría su trabajo en Sanrio para continuar como diseñadora «freelance», pareció concebir casi por casualidad el epítome de la cultura «kawaii» (adjetivo nipón que puede traducirse por «tierno»).
Ninguno de sus personajes posteriores se acercó ni remotamente a la popularidad de Kitty.
La fama llevó a Sanrio a construir un imperio millonario en torno al personaje, mediante todo tipo de ropa, accesorios, peluches, productos de papelería o series de dibujos animados.
En la actualidad también existen vinos, tarjetas de crédito, guitarras, aviones y hasta hospitales temáticos de Hello Kitty.
El culto alcanza hoy tales dimensiones que hasta es capaz de inspirar productos como el último sencillo de Avril Lavigne, titulado «Hello Kitty», y alimentado por la devoción que la cantante canadiense le profesa a la gatita del lazo en la cabeza.
Información El Nacional