Lucha contra la corrupción, nuevo campo de batalla política en Venezuela
CARACAS (AFP) – La lucha anticorrupción es el nuevo campo de batalla de la polarización política en Venezuela: el presidente Nicolás Maduro promete ir tras los corruptos aunque vistan de «rojo» (chavistas), mientras la oposición duda que caigan «peces gordos» y denuncia una cacería de brujas.
El último episodio de la confrontación fue la decisión que tomó el martes, en un encendido debate, la Asamblea Nacional, de mayoría oficialista, de despojar de inmunidad al diputado opositor Richard Mardo, a quien el gobierno acusa de blanqueo de capitales y defraudación tributaria.
«Yo voy con la mano más firme en el combate a la corrupción, a la derecha corrupta», dijo Maduro este miércoles en un acto en Cojedes (centro del país), tras llamar a Mardo «bandido de cuatro suelas» y acusarlo de vínculos con el narcotráfico.
El jefe del parlamento, Diosdado Cabello, número dos de Venezuela, acusó a los opositores de corruptos defendiendo a los corruptos.
La oposición consideró la medida contra Mardo como una escalada de la «persecución política» que, asegura, emprendió el gobierno para cercarla y aniquilarla, luego de que Maduro ganara las elecciones del 14 de abril por ajustados 1,49 puntos sobre el opositor Henrique Capriles.
«Si aquí hubiese justicia, Diosdado estaría preso. Es el más corrupto de la historia de nuestro país, Al Capone le dice nuestro pueblo», afirmó Capriles, quien convocó a una marcha el sábado.
Mardo es el segundo diputado del partido de Capriles acusado de corrupción, otros dos gobernadores opositores son indagados, y el dirigente Leopoldo López y su madre están bajo investigación por supuestas anomalías cuando trabajaban en la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) hace 15 años.
«Esta es la punta del iceberg de lo que se va a levantar y destapar de la olla podrida de la derecha fascista, que está podrida hasta los huesos, no hay hueso sano aquí», dijo Maduro en su discurso.
«Aquí no hay intocables»
El presidente, quien dijo haber creado un «equipo secreto de investigaciones», aseguró este miércoles que libra una guerra sin cuartel contra la corrupción de cualquier color político, la que «se viste de rojo o de la derecha fascista».
«Aquí no hay intocables, aquí vamos con todo», agregó.
El gobierno cita como ejemplo el arresto de funcionarios por un desfalco millonario contra el fondo de cooperación chino, acusados de exigir sobornos para entregar ayudas sociales y de un importante funcionario portuario.
«Aquí no cae ningún pez gordo», aseguró Capriles, quien impugnó hace tres meses el resultado electoral ante el máximo tribunal de justicia, que aún no resuelve.
Tratándose de un tema que eludía Chávez, fallecido en marzo, analistas venezolanos lamentan que el debate no vaya al fondo del problema y esté viciado por la política, sobre todo de cara a las elecciones municipales de diciembre próximo.
La corrupción, un cáncer
Según el Índice de Percepción de la Corrupción que elabora la ONG Transparencia Internacional (TI), divulgado en diciembre y rechazado por el gobierno, Venezuela ocupa el puesto 165 de una lista de 176 países en el combate a la corrupción.
Mercedes de Freitas, directora de TI en Venezuela, se dijo «escéptica» sobre la lucha anticorrupción, al apuntar que el propio gobierno maneja discrecionalmente fondos millonarios, uno de los cuales sale de calcular el presupuesto nacional a 55 dólares el barril de petróleo, cuando se cotiza a un promedio de 100 dólares.
«El gobierno debe empezar por abrir su casa, dar acceso a la información sobre cómo maneja los recursos, y garantizar independencia y fondos para que los órganos de justicia, la Fiscalía y la Contraloría libren esta pelea tan compleja», dijo a la AFP.
La socióloga Maryclen Stelling destacó como un paso «importante» de Maduro reconocer que heredó un «problema de corrupción gravísimo, que hay que desnudar».
La analista Margarita López Maya también celebró que haya un combate contra la corrupción, pero señaló que mientras haya «tanta regulación, control del mercado y de los poderes públicos, y tanta impunidad, no va para ninguna parte».
La fiscal Luisa Ortega, quien niega depender del gobierno, ha reconocido que 90% de los delitos quedan impunes.
«La corrupción en el gobierno de Chávez y Maduro es inmensamente grande. No hay nada que se haga sin una comisión (pago adicional) de por medio o una influencia», comentó el economista Maxim Ross.
A quienes atribuyen el mal a los chavistas, Maduro suele recordar la corrupción de la «burguesía» bipartidista tradicional -antes de la llegada de Chávez al poder en 1999- que tuvo incluso a un presidente, Carlos Andrés Pérez, enjuiciado por corrupción.