Maduro gana mayoría de alcaldías en Venezuela, oposición obtiene grandes urbes
CARACAS, (AFP) – El presidente venezolano Nicolás Maduro sorteó este domingo su primer test electoral, luego de siete meses de gobierno marcados por tormentas económicas, al mantenerse como la fuerza política más votada y con el control de la mayoría de alcaldías, pero la oposición triunfó en cinco grandes ciudades.
Los partidos políticos de la alianza gubernamental sumaron 49,2% de votos contra un 42,7% de la oposición, indicó Tibisay Lucena, del Consejo nacional Electoral (CNE), en el primer informe sobre el escrutinio de 257 de los 337 municipios, en los que el recuento ya daba resultados «irreversibles».
«El pueblo de Venezuela le ha dicho al mundo que la Revolución Bolivariana (del difunto Hugo Chávez) continúa con más fuerza», enfatizó Maduro en un mitin de festejo en la Plaza Bolívar de Caracas.
Ese resultado muestra un progreso del gobierno respecto de las presidenciales de abril, cuando Maduro había aventajado al líder opositor Henrique Capriles (jefe de la campaña antichavista en estas municipales) por un magro 1,5 puntos porcentuales.
«Han sido ganados por el PSUV (Partido Socialista Unido de Venezuela del presidente) y sus alianzas 196 alcaldías; la MUD (Mesa de Unidad Democrática) y sus alianzas 53 municipios; y otras organizaciones políticas, ocho alcaldías», dijo Lucena sobre los comicios, que tuvieron una participación de casi 59%.
La oposición por su lado podía regocijarse con haber retenido las dos «joyas de la corona», la supra alcaldía del distrito metropolitano de Caracas y de la petrolera Maracaibo, segunda ciudad del país, a las que sumaron las otras tres más pobladas: Valencia, Barquisimeto y la ultrasimbólica Barinas, cuna de la familia Chávez.
El presidente que hace semanas decreta rebajas compulsivas de precios y amenaza con cárcel a los especuladores, prometió que esta semana atacará en la «guerra económica» al «sector de vivienda y el de alimentos, el sector de servicios alimentarios».
«Vamos con fuerza, (estén) pendientes», dijo.
Tras la votación «el mensaje es muy claro. Venezuela es un país dividido, no tiene dueño. Estamos construyendo una alternativa y no descansaremos hasta unir a Venezuela, la unidad es un valor un patrimonio que hay que lograr», replicó en conferencia de prensa Capriles.
La oposición gana terreno
«Hay una avance de la oposición significativo, le quita alcaldías de ciudades principales en manos del chavismo, y hay avances en votos totales en contraste con los de (las municipales) de 2008» dijo a la AFP el politólogo John Magdaleno.
Maduro «retiene una mayoría pero no tan holgada y cualquier error que tenga en lo sucesivo, pudiera costarle la base de su apoyo. Para la oposición el reto hasta las legislativas de 2015, es forjar una mayoría de opinión que pueda convertir en mayoría electoral», agregó Magdaleno, director de la consultora Polity.
«La oposición muestra un crecimiento significativo, pero no logra el objetivo de castigar la gestión de Maduro», opinó por su lado el analista Luis Vicente León, director de la consultora Datanális.
Sin embargo al haber ganado «los principales centros poblados del país, la oposición tendrá una historia que contar y fortalecerá su estructura» dijo León.
La oposición, que había elevado estas municipales a la categoría de un plebiscito sobre la gestión presidencial, aspiraba a un voto castigo que le permitiera superar al gobierno y ganar un centenar de las 337 alcaldías.
Elecciones en un marco de problemas económicos
La «Revolución Bolivariana» de Chávez ha ganado regularmente casi todos los comicios y plebiscitos en los últimos 14 años en el país, que tiene las mayores reservas petroleras del mundo.
Venezuela llegó a las elecciones con una inflación del 54% anual, fuertes presiones sobre la cotización del dólar en el ilegal mercado paralelo, donde cotiza nueve veces más que en el controlado mercado oficial, y escasez puntual de productos.
Maduro, en picada en los sondeos hasta octubre, salió al contraataque en noviembre y tras definirse como «presidente justiciero», lanzó una ofensiva que forzó la baja de precios de televisores, zapatos o tornillos, censó comerciantes y amenazó con prisión a díscolos.
Encuestas privadas a las que tuvo acceso la AFP detectaron que la panoplia de medidas, que apuntan básicamente a la clase media, lograron frenar la caída de la intención de voto de los candidatos oficiales e incluso revertir la tendencia.
La jornada, custodiada por 120.000 militares, estuvo jalonada por incidentes menores, algo más de un centenar de detenidos por infracciones a la ley electoral y en varios casos fallas en las maquinas electrónicas de votaciones que obligaron a retrasar varias horas el cierre de las mesas afectadas.