Oposición es escéptica ante la adhesión de Siria al convenio de armas
La Coalición Nacional Siria (CNFROS), principal alianza opositora, se mostró escéptica ante la decisión del régimen de Damasco de adherirse a la Convención sobre la Prohibición de Armas Químicas.
En un comunicado, la agrupación advirtió de que «las justificaciones y promesas del régimen no son más que un nuevo intento de distraer a la comunidad internacional e impedirle que lleve a cabo una respuesta efectiva, que incluya sanciones y la asunción de responsabilidades ante el pueblo sirio».
En ese sentido, la CNFROS consideró que el Consejo de Seguridad de la ONU debería emitir una resolución sobre este asunto que obligue a Damasco a cumplir la convención con un calendario definido y que contemple «consecuencias» en caso de infracción.
Para el grupo opositor, dicho tratado requiere a los Estados actuar «de buena fe», pero, teniendo en cuenta las acciones del régimen (sirio), «es vital que la amenaza del uso de la fuerza siga sobre la mesa».
SOBRE ESFUERZOS DIPLOMÁTICOS
Asimismo, subrayó que no se pueden prolongar los esfuerzos diplomáticos «de forma indefinida» para suspender la acción internacional, mientras el régimen «continúa con su política de violencia contra los civiles».
Y destacó que «en el improbable caso de que el régimen entregue sus armas de destrucción masiva a la comunidad internacional para que las destruya, el pueblo sirio no lo absolverá de su culpa».
La CNFROS recordó que desde el inicio del conflicto en marzo de 2011 las autoridades sirias han usado la violencia contra la población civil, lo que ha incluido el empleo de gases tóxicos, así como ataques con cohetes, tanques y aviones.
Siria dio el jueves el primer paso para demostrar su voluntad de cumplir lo pactado con Rusia yponer su arsenal de armas químicas a disposición de la comunidad internacional, y evitar así una intervención militar de Estados Unidos.
La ONU recibió el jueves un documento de las autoridades sirias con el que inician los trámites legales para unirse a la Convención Internacional para la Prohibición de las Armas Químicas, uno de los puntos incluidos en la propuesta rusa para que el régimen de Bachar al Asad ponga sus armas bajo control internacional.
Siria es uno de los siete países que no se han unido a dicho tratado, que desde su creación en 1993 han firmado 189 estados.
En una entrevista a una cadena rusa, Al Asad negó ayer haber usado armamento químico contra su pueblo y pidió a la Casa Blanca acabar con las amenazas.
Además, aseguró que si se atacara su país se daría paso «a una guerra que destruirá toda la región, que entraría en una espiral de problemas e inestabilidad durante décadas».
información RPP