Sean Penn: 60 años de un actor gruñón y conflictivo

Agencias

Sean Penn, que este lunes cumple 60 años, se ha ganado a pulso su fama de muchacho rebelde, descreído, arrogante e incluso violento, y aunque su primera esposa, Madonna, dijera hace poco que jamás le hizo daño, la prensa le puso las etiquetas y éstas se mantienen hasta hoy. Tampoco ayudó que pegase a un paparazzi ni que su mal humor haya marcado muchos momentos de su vida que, a veces, salían en las portadas de la prensa, como la ruptura con su penúltima novia, Charlize Theron, que dijo que no le aguantaba más.

Con todo, es un actor tan grande que Hollywood le ha premiado dos veces con el Óscar por ‘Mystic River’ (2004, Clint Eastwood) y ‘Mi nombre es Harvey Milk’ (2009, Gus Van Sant) y le ha nominado en otras tres ocasiones por ‘Acordes y desacuerdos’ (1999, Woody Allen), y ‘Yo soy Sam’ (2001, Jesse Nelson). Pero a día de hoy, el gruñón y conflictivo Sean Penn parece ser un hombre nuevo. En plena pandemia, decidió casarse con su novia de los últimos cuatro años, la actriz australiana de 28 años Leila George.

Actor de método, animal político y polémico por excelencia, además de gran seductor, Sean Justin Penn nació el 17 de agosto de 1960 en Santa Mónica, en el estado de California. Medio lituano, medio ruso, por parte de padre, el actor, director y guionista Leo Penn; y medio italiano, medio irlandés, por parte de madre, la actriz Eileen Ryan; con 20 años ya mostraba un carácter especial y unas dotes para la interpretación excepcionales.

Sus primeros papeles fueron jóvenes testarudos, como el cadete que defiende su academia militar en ‘Taps, más allá del honor’ (1981). Fue protagonista sólo dos años más tarde, en ‘Bad Boys’, donde afianzó el rol de rebelde que le caracterizó en sus inicios. En los 80 apareció en ‘Adiós a la inocencia’ (1984) y en ‘Colors’ dirigida por su amigo Dennis Hopper. Ese año conoció a Madonna mientras rodaba el vídeo ‘Material Girl’ y se casó con ella en 1985. Cuatro años después se divorció de la cantante entre acusaciones de malos tratos.

Entre sus opiniones políticas, radicalmente en contra de los republicanos, y su forma de actuar, tan física y emocionalmente compleja, Sean Penn fue creándose un halo de hombre difícil al tiempo que regalaba a su público interpretaciones inolvidables. Por ejemplo, junto a Al Pacino en ‘Atrapados en el pasado’ o en ‘Pena de muerte’ dando vida a un asesino en el corredor de la muerte que intima con una monja que le valió un Oso de Plata en Berlín.

En los 90 trabajó con los mejores directores, desde John Cassavetes hasta Woody Allen o Terrence Malik, con quien se sumó al discurso antibelicista de ‘La delgada línea roja’. Ya entrado el siglo XXI, rodó con Alejandro González Iñárritu (’21 gramos’), Julian Schnabel (‘Antes de que anochezca’), Niels Mueller (‘El asesinato de Richard Nixon’) o Paolo Sorrentino (‘Un lugar donde quedarse’).

Sean Penn siguió mostrando su compromiso político defendiendo todo tipo de causas humanitarias, desde la delicada situación de Haití tras el terremoto de 2009 hasta los derechos homosexuales. El actor se ha metido en muchos más asuntos conflictivos, como defender la elección democrática de Hugo Chávez, o entrevistar a Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán cuando estaba huido de la justicia.

Se define como rata de carretera, de hecho afirma que se ha cruzado Estados Unidos no menos de 20 veces, y sigue, a sus 60 años, siendo un fumador compulsivo. Tras Robert de Niro, el genio por el que quiso ser actor, Daniel Day Lewis es, en su opinión, el mejor actor vivo del mundo. Además, Sean Penn es director y guionista. Debutó en 1991 con ‘Extraño vínculo de sangre’, en 1995 escribió y dirigió ‘Cruzando la oscuridad’ y volvió a repetir en 2001 con ‘El juramento’. Ahora acaba de terminar ‘Flag Day’, donde sale su hija Dylan.

Fuente: Marca