Se suicida peligroso delincuente en Trujillo al verse acorralado por el Cicpc
Con información de Panorama
“Papá, me quedan cinco balas, espérenme en la morgue que me voy a matar”, fueron las últimas palabras que Jesús Urbina Venegas, alias «El Mono», de 25 años, le dijo a su padre, José Ramón Urbina.
El delincuente, quien era buscado activamente por el Cicpc, desde la habitación del apartamento donde observaba y disparaba a los organismos de seguridad, al ver que le quedaban pocas balas, optó por quitarse la vida.
El hecho ocurrió en el apartamento de La Florida II, en Motatán, estado Trujillo, donde se produjo la balacera entre policías y delincuentes.
Urbina, quien era miembro de la peligrosa banda “El Colombiano”, mantuvo a toda una comunidad en zozobra por cuatro horas, además de dar de baja a tres funcionarios, al mismo tiempo provocó la movilización de organismos de Seguridad de Estado de varias entidades del país.
En la morgue del hospital Pedro Emilio Carrillo estaban los padres y familiares del occiso apodado “El Mono”. Allí declararon que: “no lo mató nadie, mi hijo me llamó y me dijo que no se iba a entregar sino que se iba a matar”.
El padre de Urbina dijo que aproximadamente a las 7:00 de la noche su hijo se quitó la vida, poco antes de que los cuerpos de seguridad ingresaran en la habitación que derribaran con una tanqueta del Comando Nacional de Antiextorsión y Secuestro (CONAS).
Jesús Urbina Venegas, tenía historial policial por porte y ocultamiento de arma (2010) ante la Sub-Delegación Valera, además de una solicitud del Juzgado Segundo de Control del estado Trujillo, desde el 11-8-2014; razón por la cual la comisión iba tras sus pasos y fueron recibidos a disparos.
Por su parte Jairo Pernía, Director de las Fuerzas Armadas Policial del Estado Trujillo (Fapet), señaló que además de una pistola calibre 9mm, portaba una subametralladora, con la cual le quitó la vida a los detectives Ricardo Olivar y Jean Carlos Morillo, además del sargento Herson Manuel Crespo.