Se cumple un año de la última misión del desaparecido submarino argentino
EFE
El submarino argentino ARA San Juan, desaparecido el 15 de noviembre de 2017 en aguas del Atlántico Sur con 44 tripulantes a bordo, salió hace un año de Mar del Plata (Buenos Aires) a realizar la última misión antes de que se perdiera su rastro, en la que debía llegar a Ushuaia (sur) y volver.
«Hoy se cumple un año desde que zarparon de Mar del Plata,un año de un hasta luego que se transformó en un adiós eterno, un año que 43 hombres y 1 mujer se embarcaron entregados a su patria, no dejemos que caigan en el olvido HOY Y SIEMPRE #44heroespresentes #búsquedayverdad», publicaron este jueves en Twitter los familiares.
La nave militar llegó al austral puerto de Ushuaia, donde participó de unas maniobras y el 13 de noviembre partió de nuevo hacia Mar del Plata, trayecto en el que, a unos 400 kilómetros de la costa y dos días después, realizó su última comunicación.
La noche anterior de la desaparición el comandante alertó de un fallo provocado por la entrada de agua por un conducto de ventilación (snorkel), que se filtró en el compartimiento de las baterías eléctricas y produjo un principio de incendio.
Finalmente «subsanado», según transmitió la Armada argentina, el San Juan continuó navegando hacia Mar del Plata, donde tenía que haber llegado el 19 de noviembre.
Sin embargo, varias agencias internacionales registraron que había habido una explosión horas después de desaparecer el buque, cerca de donde se perdió su pista, y fue ahí donde comenzó un operativo de búsqueda sin precedentes en Argentina del que participaron naves de Rusia, Gran Bretaña o Estados Unidos, y que finalizó cinco meses después.
Actualmente, y mientras la Justicia tiene abierta una causa por la desaparición y el Congreso lleva adelante una comisión investigadora, la empresa estadounidense Ocean Infinity -contratada por el Gobierno- se ocupa de la búsqueda del sumergible y ya ha investigado más de 20 puntos de interés todos descartados.
El buque que utiliza para el rastreo de la zona es el Seabed Constructor, que salió el pasado 7 de septiembre, tiene 115 metros de eslora y 8.000 toneladas de desplazamiento, y cuenta con cinco AUV (vehículos submarinos autónomos, que pueden sumergirse hasta 6.000 metros de profundidad).
El Seabed Constructor inició la segunda fase del rastreo, para la que el contrato fijó un plazo mínimo de dos meses y un máximo de cuatro, y recibirá 7,5 millones de dólares pactados con el Gobierno en caso de hallarlo.