Save the Children confirma muerte de una decena de niños por invasión rusa - 800Noticias
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La ONG Save the Children ha confirmado este domingo 27 de febrero que al menos diez niños ucranianos han fallecido y seis escuelas han sido destruidas en los bombardeos rusos sobre Ucrania como parte de la invasión que está efectuando en el país.

Los últimos datos de la ONU indican que al menos seis centros educativos han sufrido bombardeos en los últimos días, dejando a más niños y niñas sin escuela, lo que tendrá un profundo impacto en su educación.

Dos profesores murieron el viernes cuando un misil impactó en una escuela de Gorlovka, en el este de Ucrania. Asimismo, Naciones Unidas también confirma el ataque a una guardería y un orfanato el viernes, en los ataques en la ciudad nororiental de Ojtirka, con una niña de siete años entre las seis personas muertas.

«Mis abuelos, muchos niños y niñas, mis compañeros de clase, los ancianos y las personas que no tienen la posibilidad de salir se han tenido que quedar en el pueblo, dónde una de cada dos casas ha resultado dañada», asegura Eva, de 15 años, que consiguió huir de su pueblo con sus padres y confirma que su escuela fue una de las que sufrió los bombardeos.

Save the Children insiste en que las escuelas deben ser espacios seguros e inviolables para la infancia y el profesorado, con especial protección incluso en un escenario de conflicto.

Los ataques contra escuelas y hospitales están clasificados por las Naciones Unidas como una de las seis violaciones graves cometidas contra la infancia. Las escuelas del este de Ucrania cerraron el pasado 21 de febrero al intensificarse las hostilidades, dejando a unos 350.000 niños y niñas sin acceso a la educación.

«Save the Children pide el cese inmediato de las hostilidades, como única forma de proteger a los niños y niñas de la violencia y de otras violaciones de sus derechos», señala Irina Saghoyan, directora de Save the Children para Europa del Este.

«Las escuelas no deben convertirse en los campos de batalla donde se libran las guerras y los estudiantes son las víctimas. Con cada escuela dañada o destruida, y cada lección perdida, las perspectivas de los niños y niñas de experimentar y construir un futuro mejor disminuyen», añade.

«Las escuelas, el profesorado y el alumnado deben estar protegidos de los ataques. La protección de los civiles y de las infraestructuras civiles esenciales, como las escuelas y los hospitales, debe ser la prioridad absoluta de todas las partes: es su obligación legal minimizar el sufrimiento de los civiles en este conflicto» concluye Saghoyan.

Desde 2014, el conflicto en el este de Ucrania ha destruido, dañado o forzado el cierre de más de 750 escuelas, interrumpiendo el acceso a la educación de miles de niños, muchos de los cuales están demasiado asustados para asistir y angustiados por la presencia de soldados armados en sus escuelas y en sus alrededores.

 

Europa Press

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