Sao Paulo y Río retoman restricciones ante «recrudecimiento» de la pandemia - 800Noticias
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EFE

Algunos estados brasileños, entre ellos Sao Paulo y Río de Janeiro, los dos más poblados de Brasil, anunciaron este viernes la reimplantación de tímidas medidas de distanciamiento social para frenar la pandemia, ante el fuerte salto de las muertes y los casos por la covid-19 en los últimos días.

La Gobernación de Sao Paulo anunció que la venta de bebidas alcohólicas estará prohibida en bares, restaurantes y comercios después de las 20.00 horas, y la de Río de Janeiro adoptó medidas para limitar el número de personas que acude a sus playas y zonas de recreación pero sin prohibir el acceso.

El único estado que se atrevió con una medida más radical fue el de Mato Grosso do Sul (centro-oeste), que declaró un toque de queda a partir del próximo lunes y que impedirá a la población salir a la calle entre las 22.00 horas y las 5.00 horas del día siguiente.

Pese a que el Ministerio de Salud ha negado que Brasil esté enfrentando una segunda ola del coronavirus, los Gobiernos regionales admitieron este viernes que la pandemia recrudeció en las últimas dos semanas y que está provocando una fuerte presión sobre la capacidad del sistema sanitario.

Brasil, con sus 210 millones de habitantes, es el segundo país con más muertes en el mundo después de Estados Unidos, con cerca de 180.000 óbitos, y el tercero con más contagios después de la nación norteamericana e India, con casi 6,8 millones de casos confirmados.

Pese a que los números venían cayendo y la cifra diaria de muertes por la covid se redujo de los más de 1.000 óbitos registrados durante varias semanas en el pico de la curva hasta cerca de 400 a finales de noviembre, los fallecimientos volvieron a subir en los últimos catorce días.

El promedio diario de muertes en los últimos siete días se ubicó en 642 el jueves, con una subida del 35 % en comparación con dos semanas atrás, y de contagios volvió a 42.290, con una elevación del 34 % en la misma comparación.

La creciente demanda por atención en los hospitales hizo que la tasa de ocupación de camas en las unidades de cuidados intensivos (UCI) de varias ciudades volviera a niveles críticos, como el 93 % en Río de Janeiro y el 73 % en Sao Paulo.

Ante la necesidad de adoptar medidas preventivas antes de que ese «recrudecimiento» provoque una nueva crisis sanitaria, los Gobiernos regionales anunciaron la retomada de medidas puntuales de distanciamiento social que ya habían sido levantadas pero sin llegar a restringir totalmente alguna actividad económica.

SAO PAULO PROHÍBE VENTA DE BEBIDAS ALCOHÓLICAS POR LA NOCHE

La Gobernación de Sao Paulo, tras percibir que la covid-19 está creciendo entre la población de entre treinta y cincuenta años que volvió a los establecimientos nocturnos, decidió prohibir la venta de bebidas alcohólicas después de las 20.00 horas y obligar a los restaurantes a cerrar sus puertas a las 22.00 horas.

Sao Paulo, el estado más poblado de Brasil con 46 millones de habitantes y el más afectado por la pandemia, también determinó que los comercios, restaurantes y establecimientos tendrán que funcionar con el 40 % de su capacidad y ya no más con el 60 %, aunque les elevó el horario de funcionamiento desde 10 horas hasta 12 horas diarias.

«En las últimas semanas tuvimos una fuerte elevación del número de muertes, hospitalizaciones y casos y eso nos obliga a adoptar medidas preventivas», afirmó el secretario de Salud de Sao Paulo, Jean Gorinchteyn, en rueda de prensa.

De acuerdo con el funcionario, el número de muertes por covid en Sao Paulo subió en un 30,3 % entre el 15 de noviembre y el 5 de diciembre, el de contagios se elevó en un 23,6 % en el mismo período y el de hospitalizaciones en un 15,5 %.

«En Europa comenzaron a retomar las medidas de distanciamiento social en noviembre, cuando ya estaban en el nuevo pico de la pandemia, nosotros nos estamos anticipando para garantizar que podamos tener un control sobre ese repique», dijo el secretario.

Gorinchteyn agregó que mientras que el grupo de edad que más preocupaba en los primeros meses de la pandemia era el de entre 55 y 75 años, en las últimas semanas el mas afectado por la enfermedad es el que tiene entre 30 y 50 años.

«Son precisamente los que continúan saliendo a la calle, festejando y acudiendo a bares. Ellos no sólo están contrayendo la enfermedad y muriendo, sino también trasmitiéndola a familiares que estaban resguardados en casa», aseguró.

El Gobierno regional informó igualmente que reforzará la fiscalización para combatir las fiestas clandestinas y las aglomeraciones en lugares comerciales, así como en algunos establecimientos como tiendas de conveniencia que ofrecen bebidas alcohólicas y han pasado a atraer multitudes en las noches.

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