Santo Tomás de Aquino, Teologo, metafísico y filósofo, por María García de Fleury
Redacción 800 Noticias
Soy María García de Fleury
Tomás de Aquino nació en 1225, en Italia, y murió en 1274 mientras acudía al concilio de Lion, en Francia. Su origen era noble y su educación aristocrática. Ingresó en la congregación de los dominicos llamados «Orden de los predicadores» en el año 1243 cuando apenas tenía 19 años.
En su formación estudió en varias universidades, enseñó en la Sorbona de París y en otras universidades dominicas. Fue discípulo de San Alberto Magno, uno de los más grandes sabios de su tiempo.
Tomás de Aquino tiene una obra que goza de gran prestigio académico y religioso, y como señalas algunos historiadores «nadie, ningún filosofo lo ha igualado jamás en la depurada precisión de concepto ni en el riguroso orden sistemático de la exposición».
Santo Tomás sin embargo era hijo de su tiempo, era hijo del siglo XIII, una época que estaba caracterizada por unas estructuras rígidas en materia de estructura económica, política, social y religiosa conocida con el nombre de feudalismo, donde el poder material temporal estaba sujeto al poder espiritual «el teocentrismo» y existía una rígida jerarquía político social.
Santo Tomás estaba convencido de que el sistema aristotélico era compatible con la fe cristiana y además ofrecía una interpretación sobre la realidad así misma muy valiosa.
La filosofía tomista viene a ser la síntesis del pensamiento medieval dando acogida a todas las corrientes platónicas, estoicas, árabe, judía, agustiniana, aunque se exprese a través de conceptos y esquemas aristotélicos él trato de conciliar teología con filosofía. Intentó reconciliar las dos grandes tradiciones intelectuales enfrentadas en su tiempo: Aristóteles que era el filosofo por excelencia y el pensamiento teológico cristiano de San Agustín que estaba influido por Platón que representa a la razón natural y a la teología o el estudio científico de la fe.
Tomás de Aquino consideraba que la razón humana era muy limitada y que teniendo en cuenta esto difícilmente se podría lograr conocer a Dios en su plenitud, pero esto no quería decir que por medio de la filosofía no se pudieran conocer los conocimientos verdaderos.
Trató de demostrar la existencia de Dios por medio de un sistema que hablaba de cinco vías. Su teoría es compleja y parte de lo más simple que eran los movimientos de los objetos, cuáles eran sus causas hasta llegar a la vía más elevada que era el orden.
Aceptó, al igual que Aristóteles, que el fin último del hombre es la felicidad y que la felicidad reside en el cumplimiento de lo que es propio añadiendo la dimensión sobrenatural: Dios.
Su obra más famosa es «La suma teológica» que escribió en cuatro años donde unía la ciencia con la piedad y Tomás pasaba horas rezando. Era un gran devoto de la virgen María, del rezo del santo rosario y sostenía que la bienaventurada virgen María es verdaderamente la madre de Cristo.
Tomás de Aquino es sin lugar a dudas uno de los más grandes representantes del pensamiento occidental y de los más destacados de la escolástica, es doctor de la Iglesia, fue teólogo, metafísico y uno de los primeros filósofos que combinó el pensamiento de Aristóteles con fe cristiana convencida de que con Dios siempre ganamos.
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