Sandinistas mantendrán el control absoluto del Parlamento de Nicaragua
EFE
El gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), con mayoría absoluta, mantendrá el control en la Asamblea Nacional de Nicaragua, según el último informe de las autoridades electorales sobre los resultados de los comicios del domingo pasado.
Escrutados el 99,75 % de las juntas receptoras de votos, el FSLN obtuvo el 66,8 % de los sufragios para diputados nacionales, el 65,7 % para diputados departamentales y 68,6 % para el Parlamento Centroamericano (Parlacen).
Para el Congreso nicaragüense, de acuerdo con proyecciones extraoficiales, el FSLN obtendría de 68 a 70 diputados, de un total de 90, suficientes para reformar la Constitución sin la necesidad de aliados.
El Consejo Supremo Electoral (CSE) informó que el segundo lugar lo ocupa la opositora alianza Partido Liberal Constitucionalista (PLC) con el 14,7 % de los votos para diputados nacionales, 15,3 % para diputados departamentales y 14,13 % para los del Parlacen.
El PLC, que postuló a la Presidencia al exguerrillero de la “Contra” Maximino Rodríguez, el segundo más votado, tendría entre 9 y 11 diputados, según las proyecciones.
En tercer y cuarto lugar, según los datos oficiales, figuran el Partido Liberal Independiente (PLI) y la Alianza Liberal Nicaragüense, con un promedio de 5 % a 7 %, respectivamente, con lo que obtendrían de 2 a 3 escaños.
El quinto y sexto lugar lo ocupan el Partido Conservador y la Alianza por la República (Apre), con menos de 4 puntos, con lo que podrían obtener un diputado.
En los comicios celebrados el domingo se eligieron 20 diputados nacionales y 70 departamentales para la Asamblea Nacional y 20 ante el Parlacen.
El Congreso nicaragüense está integrado además por 90 parlamentarios suplentes, más el escaño del candidato presidencial que quedó en segundo lugar en las votaciones, que obtuvo Rodríguez.
De acuerdo con las leyes nicaragüenses, también se le debe sumar la diputación automática que obtendría el presidente saliente, Daniel Ortega, que, sin embargo, fue reelegido en el cargo por cinco años más. En este caso asumiría el cargo el vicepresidente saliente, Moisés Omar Halleslevens.
Para aprobar leyes ordinarias se requiere de mayoría simple, es decir, la mitad más uno de los diputados (47), y para reformar parcialmente la Constitución se precisa una “mayoría calificada”, es decir 56 legisladores.
En tanto, para convocar a una Constituyente y hacer una reforma total a la Carta Magna se requiere el apoyo de dos tercios de los diputados, es decir 62 diputados, un número menor a lo que tendría el FSLN en el Congreso.
Los nicaragüenses votaron para elegir entre otros cargos a su próximo presidente, con Ortega como favorito a la reelección, en una jornada caracterizada por la “normalidad”, según las autoridades, y una baja afluencia de votantes, según los opositores.
Ortega, que recibió el 72,5 % de los votos, con el 99,8 % de las mesas escrutadas, fue electo para su cuarto mandato y tercero consecutivo, esta vez junto a su influyente esposa, Rosario Murillo, como vicepresidenta.