Samper confía que diálogo entre gobierno y oposición comience esta semana
EFE
El secretario general de la Unión Suramericana de Naciones (Unasur), Ernesto Samper, confió hoy en la retomada de las negociaciones de diálogo entre el Gobierno y la oposición en Venezuela a partir de la próxima semana.
«Tenemos la buena noticia de que parecería ya abrirse camino una nueva fecha para que se sienten las partes a partir del 12 o 13 (de julio), en todo caso la próxima semana y esperamos que así sea», afirmó Samper en entrevista a Efe después de clausurar en Sao Paulo el Foro Social Mundial de las Migraciones.
Según Samper, «la agenda que se está planteando para este diálogo me parece que es irrefutable desde el punto de vista de lo que se necesita en Venezuela».
En ese sentido, agregó, «Venezuela necesita que haya un pacto de no violencia para las elecciones que se vienen y para el propio trámite del revocatorio que ha planteado la oposición. Necesita que como lo ha propuesto el presidente (Nicolás) Maduro haya un proceso de verdad y Justicia»
Ese proceso, detalló, sirve «no solamente para visibilizar y solucionar el problema de detenidos judiciales, si no también para resarcir a las víctimas de los hechos de violencia»
Y se necesita, «finalmente, un diálogo que se ha propuesto al más alto nivel entre el presidente Maduro y el presidente de la Asamblea (Henry Ramos Allup) para comenzar a hablar de un reequilibrio en cuanto a los poderes institucionales».
«Creo que son tres exigencias políticas que nadie puede disminuir o decir que le corresponden al uno o al otro. Son simplemente una responsabilidad de todos», subrayó.
Para el expresidente colombiano, el diálogo entre Gobierno y oposición debería instalarse en el marco de la Unasur.
«Esperamos que con este reinicio del diálogo que se va a hacer esta semana se pueda definir la agenda y establecer un programa de acción y muy pronto podamos instalar formalmente el diálogo, ojalá en la Unasur», apuntó.
Sobre el papel de Brasil en la crisis venezolana, Samper admitió que el país suramericano puede tener dificultades para participar del proceso después de que el canciller, José Serra, adoptara un posición contra la llegada del Gobierno de Venezuela a la presidencia pro témpore del Mercosur, que debería asumir este mes.
«Brasil forma parte, todavía oficialmente, de la troica que constituyeron los cancilleres para que llevaran el tema de Venezuela y en la cual estaban Colombia, Ecuador y Brasil», citó.
A pesar de formar parte de ese grupo, añadió Samper: «supongo que la actitud un poco agresiva del canciller (José) Serra con Venezuela de alguna manera podría dificultar esta posibilidad de que (Brasil) siga formando parte de la troica».
«Sin embargo, he mantenido informado también al canciller Serra de los desarrollos de este proceso de diálogo porque considero que él sigue formando parte de la institucionalidad vigente de la Unasur en lo que se refiere al tema de Venezuela», señaló.
Samper recordó que la «Unasur está desarrollando, por solicitud del Gobierno de venezuela, una iniciativa profunda y sistemática para aproximar a la mesa del diálogo a todos los sectores políticos de Venezuela».
«En Unasur pensamos que el diálogo sigue siendo es el mejor y el menos doloroso camino para que Venezuela salga de sus dificultades», expresó.
El diálogo en Venezuela es un mecanismo que ha sido planteado por la Unasur teniendo como mediadores a los expresidentes José Luis Rodríguez Zapatero (España), Martín Torrijos (Panamá) y Leonel Fernández (República Dominicana), como una alternativa para solucionar la crisis que atraviesa el país.
«Por eso estamos trabajando estrechamente en la generación, el diseño y la orientación del papel que hoy día están cumpliendo de una manera muy importante los tres expresidentes que llamamos para cumplir la tarea como facilitadores de la iniciativa de Unasur. Los estamos apoyando», enfatizó Samper.
No obstante, la oposición venezolana estableció el último jueves nuevas condiciones para poder iniciar un proceso de diálogo con el Gobierno de Nicolás Maduro, exigiendo que en el mismo participe la Organización de Estados Americanos (OEA) y un representante del Vaticano.
