Sam Altman: La IA obligará a cambiar el contrato social
EFE / Foto referencial
La inteligencia artificial (IA) obligará a cambiar el contrato social, el sistema económico y laboral del mundo, ha opinado este jueves el consejero delegado de OpenAI, Sam Altman, quien ha asegurado por otra parte que «no eliminará todos los trabajos», porque siempre se encontrarán «nuevas cosas que hacer».
«Será durante un largo periodo de tiempo, no va a ocurrir el próximo año o el siguiente, pero traerá cambios en el contrato social, dado lo potente que esperamos que sea esta tecnología», ha afirmado en su intervención por videoconferencia en la Cumbre Global de la IA al Servicio del Bien que se celebra esta semana en Ginebra.
«La tecnología trae más abundancia, nos lleva a nuevos niveles, a más prosperidad, y soy optimista, no creo que haga falta que tengamos que intervenir en ello de forma especial», ha manifestado el empresario que lidera desde 2019 OpenAI, conocida por crear el modelo de lenguaje ChatGPT, uno de los primeros ejemplos de uso generalizado de la IA.
El efecto de este tipo de herramientas, ha dicho, ya se está viendo en la sociedad desde el mediático lanzamiento de ChatGPT 4: «El área donde estamos viendo mayor impacto es la productividad, la gente en sectores como el desarrollo de software puede hacer su trabajo mucho más rápido y eficientemente», ha valorado.
«Como otras herramientas tecnológicas, acaba convirtiéndose en parte del ritmo de trabajo y pronto se convierte en algo de lo que no puedes prescindir», ha mantenido Altman.
Avance que empequeñece al hombre
Preguntado sobre el alcance filosófico de un invento como la inteligencia artificial, tal vez el primero que acabe un día superando al hombre, ha opinado: «Traerá un incremento de nuestra admiración por el mundo, nos hará pensar en nuestro lugar en el universo y nos traerá humildad».
«En la historia de la ciencia los humanos cada vez hemos estado menos en el centro. Antes pensábamos que el Sol giraba alrededor de la Tierra, un pensamiento muy centrado en nosotros, luego nos dimos cuenta de que era al revés, más tarde que había otras estrellas, y yendo más lejos, está el multiverso, que nos reduce casi a la nada», ha teorizado.
En la conferencia, organizada por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), parte de las Naciones Unidas, Altman ha considerado que la inteligencia artificial puede ayudar a una gobernanza global más participativa, en la que todo el mundo pueda aportar soluciones a los problemas del planeta.
«Es posible imaginar un mundo donde la gente puede hablar con ChatGPT sobre sus preferencias individuales para que estas sean tomadas en cuenta en el sistema», ha declarado.
Ante el peligro de que la dependencia en la IA reduzca la capacidad de aprendizaje del ser humano (de la misma forma en la que internet parece haber disminuido nuestra habilidad para memorizar datos), Altman se ha mostrado nuevamente optimista.
«El aprendizaje es una profunda habilidad humana, mayor en las primeras fases de nuestra vida, pero nunca se marcha, y seguirá siendo un plus cultivarla, tendremos incluso más alicientes para ello en el futuro», ha vaticinado.
ChatGPT 4-o, la versión más reciente
Respecto al ChatGPT 4-o, lanzado hace unas semanas y ya capaz de conversar con el usuario, Altman subraya que ha mejorado su habilidad para manejarse en todo tipo de idiomas, frente a anteriores versiones del chatbot que mostraban mejor rendimiento en idiomas como el inglés, el francés o el español y peor en otros más minoritarios.
«Puede atender a un 97 % de la población mundial en el lenguaje principal que use», ha asegurado el consejero delegado de OpenAI, quien destaca la necesidad de que este tipo de tecnologías se hagan a imagen y semejanza del ser humano, pese a los peligros de que puedan confundirse un día con él.
«Es importante diseñar sistemas compatibles con los humanos, pero es un error asumir que son humanos a la hora de pensar, en sus habilidades o limitaciones. Los entrenamos para comportarse como clones, pero claramente pueden hacer cosas extremadamente superhumanas», ha dicho.
Se mostrado algo incómodo cuando, en la sesión, se ha recordado la reciente polémica con la actriz Scarlet Johansson, quien acusó a la compañía OpenAI de haber usado su voz para ChatGPT 4-o, de una manera que recordaba a su papel como inteligencia artificial en la película «Her».
«No es su voz, no estaba previsto que lo fuera, siento la confusión… no sé qué más puedo decir», ha añadido Altman. EFE
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