¿Sabes cúal es el beso de Singapur?
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El beso de Singapur resulta placentero tanto para el hombre como para la mujer. Los distintos movimientos y posturas ayudan a no aburrirse en la cama. En este artículo te contamos todo sobre este conocido y legendario beso.
Muy erótico y placentero. El beso de Singapur tiene una larga historia y, al parecer, ha sido ‘mejorado’ por las geishas asiáticas para conseguir aún mejores sensaciones. ¿Te gustaría saber cómo hacerlo? Entonces, sigue leyendo este artículo.
Historia del beso de Singapur
Aunque se conozca como ‘el beso de Singapur’ sus orígenes se remontan a la India hace más de 3000 años. En esa época vivía un grupo de mujeres que se dedicaron a crear diferentes técnicas para llevar a los hombres al placer supremo.
Estas damas identificaron de qué manera estimular a sus parejas durante el sexo. Este conocimiento llamado kabazza o pompoir ha traspasado los siglos y las fronteras. Hoy en día se sigue practicando en diferentes partes del mundo.
Tailandia y Japón fueron dos de los países que en poco tiempo aumentaron la cantidad de ‘profesionales’ de este beso. Las conocidas geishas niponas llevaron la técnica más allá al incluir los músculos abdominales al movimiento.
También, tenemos que hablar de una experta en el beso de Singapur, que vivía en Europa: la señorita Diane de Poitiers. Además, amante nada menos que de dos reyes (Francisco I y Enrique II). Por otro lado, tenía la habilidad de aplicar los métodos orientales durante sus encuentros íntimos. De esta manera, tanto ella como sus parejas disfrutaban del máximo placer posible durante el sexo.
¿Cómo se hace el beso de Singapur?
Más allá de la historia, resulta más interesante aprender cómo se hace este beso milenario y erótico. Básicamente, es conseguir un orgasmo más intenso a través de ciertos movimientos femeninos.
Durante la penetración, la mujer debe contraer y relajar los músculos vaginales para simular una succión. La sensación que tiene el hombre es similar a la que experimenta durante el sexo oral. No obstante, la diferencia reside en que durante el beso de Singapur, la pareja también disfruta.
Si bien estos movimientos pueden ser ‘fáciles’ o ‘naturales’ para algunas mujeres, para otras es necesaria la práctica, ya sea durante el sexo o fuera de él.
Para llevar a cabo esta técnica milenaria, como primera medida, es necesario que el hombre esté acostado y la mujer se siente encima de él.Aunque no existe una postura especial para hacer el beso de Singapur, no hay que olvidar que ella es quien domina la situación.
Cuando el hombre penetra a la mujer:
- Esta debe mantener la cadera quieta algunos segundos
- Concentrarse en mover únicamente el músculo pubocoxígeo.
- La cadencia debe ser lenta y rítmica, apretando y soltando el órgano sexual masculino varias veces.
¿Cómo identificar el músculo pubocoxígeo? La próxima vez que vayas al baño para orinar, trata de interrumpir el flujo de líquido ‘apretando’ los músculos del pubis. Por este motivo, es que hemos dicho anteriormente que puedes practicar el beso de Singapur también fuera del sexo. Una vez que la zona esté entrenada te será más fácil.
¿Cómo mejorar la técnica?
Si quieres mejorar tu ‘marca’ puedes llevar a cabo la terapia de Kegel. No obstante, sirve tanto para hombres como para mujeres. Está pensada para fortalecer los músculos pélvicos.
Otra alternativa, es acostarte boca arriba en la cama o el sofá, contraer la vagina por cinco segundos, descansar tres segundos y repetir diez veces. Acompaña el ejercicio con respiraciones profundas. Poco a poco aumenta el tiempo de contracción y reduce los descansos.
Algunas mujeres, incluso, utilizan las llamadas ‘bolas chinas’ que les permiten fortalecer la zona de la pelvis. Se colocan igual que un tampón durante el ejercicio de contracción. También sirven para evitar la incontinencia leve y para mejorar el rendimiento sexual.
¿Por qué el beso de Singapur es beneficioso?
A diferencia de otras técnicas, este método permite tanto al hombre como a la mujer disfrutar de un orgasmo más intenso y duradero.
La estimulación es masculina y femenina. Además, el hombre experimenta sensaciones muy diferentes. La mujer tiene el control de la situación. Además ‘hace trabajar’ al clítoris y a la vagina al mismo tiempo.
Asimismo, el beso de Singapur tiene beneficios a nivel emocional, ya que permite a aquellos hombres con eyaculación precoz o disfunción eréctil disfrutar del sexo de forma más duradera o intensa. Incluso, es perfecto para los hombres o mujeres que sufren de libido baja o no pueden alcanzar el clímax tan fácilmente.
Por otra parte, los movimientos de contracción de la pelvis son buenos para las mujeres, ya que inducen a una mayor elasticidad vaginal, a relaciones sexuales más placenteras y a menores riesgos de padecer incontinencia urinaria. También, ayuda en la recuperación postparto.