¿Sabes controlar la ira?
Agencia
Hay que controlar la ira: el que se enoja, pierde. Un pequeño incidente es capaz de provocar la explosión de un colérico volcán que puede acabar en instantes con la paz y la sonrisa de cualquiera. Una y otra vez, a diario, luchamos contra decenas de cosas que amenazan con despertar nuestra ira y hacernos estallar, provocándonos sin control.
De acuerdo con Walter Risso, autor y psicólogo, la ira es un instinto primario del humano. Es un aviso de que algo tiene que cambiar. Una señal que tu dignidad está siendo atacada y no lo vas a soportar. Entonces, al identificar la ira, está en tus manos decidir si le permites que te paralice y se apodere de ti.
Adoptar una actitud de calma y tranquilidad ante los detonantes de tu enojo puede parecer una misión imposible, pero no lo es. Solo necesitas armarte de paciencia y entrenar tu mente y tus pensamientos para controlar la ira, antes que ella te controle a ti. Aquí, algunos consejos que te pueden ayudar a lograrlo:
Cambia la perspectiva:
A menudo, la furia surge de expectativas fracasadas. Cuando cambias la idea de lo que esperas, naturalmente sentirás menos molestia o rencor. Esto hará que veas la situación desde otro punto de vista y que te sientas mejor al respecto.
Busca siempre lo positivo:
Intercambia las palabras negativas que se agolpan en tu cabeza por palabras positivas. Encuentra el lado bueno a la situación. Busca bendiciones en vez de quejas. Aprende a sacar el mejor partido a cada experiencia, hará que tu enojo se reduzca de forma milagrosa.
Cuida al máximo tus palabras:
Habla más despacio y piensa cuidadosamente lo que quieres decir. Sin gritar o elevar la voz, expresa con claridad lo que quieres y cómo puedes conseguirlo. Escucha atentamente a la otra persona; no olvides que todo el mundo tiene derecho a tener su propia opinión. Mantén la calma y sé paciente, aun cuando te sientas atacado por la otra persona.
Haz una pausa:
Todos necesitamos cambiar de escenario. Es saludable tomarte el tiempo para pensar y evaluar nuevamente la agravante situación. Si puedes, apártate un momento o desconéctate mentalmente, dando espacio para ver la situación desde otra perspectiva. Eso te permitirá luego expresar tus sentimientos de enojo con firmeza, pero sin agresividad.
Elige reír:
La manera más fácil de resolver sentimientos de ira es con una buena carcajada. Decide reír en lugar de enfurecerte. Esto ayuda a calmarte y ver la situación con menos seriedad. Olvídate del sarcasmo y la agresividad, eso no te ayudará a apagar las llamas.
Respira:
Cuando enfrentes una situación que despierte tu ira: respira. Es el mejor antídoto para disolver el enojo y recobrar la serenidad.
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