Rusia no trató con la OPEP su respuesta sobre el tope al precio del crudo
EFE
Rusia no contactó con la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) para preparar su respuesta al tope de precios al crudo que prohíbe la exportación de petróleo a los países que apliquen a Rusia esta limitación, declaró hoy el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
«No, aunque al respecto a este tema y muchos otros vinculados a los mercados de la energía, la parte rusa (…) se mantiene en contacto permanente con los países de la OPEP+», afirmó en rueda de prensa al ser preguntado al respecto.
El representante de la Presidencia rusa defendió que «es un derecho soberano de Rusia» responder «a medidas tan ilegítimas y absolutamente absurdas como el llamado tope de precios».
El presidente ruso, Vladímir Putin, firmó la víspera un decreto en el que prohíbe a partir del 1 de febrero de 2023 exportar petróleo a aquellos países que apliquen un tope a los precios del crudo ruso.
La medida, que responde al tope de 60 dólares por barril impuesto al crudo ruso por la Unión Europea, el G7 y Australia debido a la campaña militar rusa en Ucrania, se aplicará hasta el 1 de julio.
Según Peskov, la respuesta rusa se aplicará si en los contratos propuestos por las correspondientes empresas extranjeras «existe una referencia a cierto tope de precio».
«Pero si no hay este tipo de referencias, entonces la medida no se aplica», indicó.
Además, el portavoz del Kremlin se refirió a la posibilidad de aplicar la misma medida al gas ruso, también sujeto al tope de precios.
«El mercado del gas tiene sus particularidades. La situación se analiza, y claro está, cuando concluya el análisis se formularán determinados pasos futuros», indicó, aunque señaló que «todavía es temprano para hablar de ello».
El Kremlin adoptó la respuesta al tope de precios del crudo «debido a las acciones inamistosas y que se contradicen con la legislación internacional» adoptadas por EE. UU., países extranjeros y otras organizaciones.
El decreto hecho público este martes indicó que el objetivo es salvaguardar los intereses nacionales de Rusia.
La pasada semana Putin calificó el tope de los precios como «un atavismo colonial», aunque negó que Rusia vaya a perder dinero por ello.
«Están acostumbrados a robar. Pero el mundo ha cambiado y difícilmente lo lograrán hacer hoy en día», dijo.
Previamente, Rusia advirtió de que podría reducir la extracción de petróleo entre un 5 y un 6 por ciento a comienzos del próximo año.
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