Rusia medita su respuesta al ataque con drones contra Moscú
EFE | Foto referencial
Rusia aseguró este miércoles 31 de mayo que no introducirá de momento la ley marcial en el país tras el ataque con drones contra Moscú, mientras estudia medidas de represalia contra Ucrania, cuyos principales socios se han mostrado divididos sobre si el territorio ruso alejado del frente debe ser un objetivo militar en la guerra.
«Pensaremos con calma y coherencia sobre cómo lidiar con esto», dijo hoy el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, al día siguiente de que la capital rusa sufrió su primer ataque masivo con drones y después de que «halcones» como el jefe del grupo de mercenarios Wagner, Yevgueni Prigozhin, o el líder checheno, Ramzán Kadírov, pidieran dureza en la respuesta rusa e incluso la imposición de la ley marcial en el país.
Kadírov consideró que las autoridades de Rusia, que han atribuido a Ucrania el «ataque terrorista» en Moscú, deben declarar la ley marcial en el país «y usar todos los recursos de combate para barrer toda esta célula terrorista (de Ucrania) de una vez por todas».
El Gobierno ucraniano aconsejó hoy a Kadírov que «se vengue personalmente de Moscú y de (el presidente ruso, Vladímir) Putin, y no amenace a Ucrania».
«No fueron los ucranianos quienes arrasaron Grozni con sus habitantes pacíficos con tanques. Fueron los tanques rusos. El pueblo checheno recuerda esto, y para aquellos que lo olvidaron, ¡es hora de recordarlo!», tuiteó el secretario del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania, Oleksiy Danílov.
En todo caso, recalcó hoy Peskov, la imposición de la ley marcial «es enteramente prerrogativa de la máxima autoridad federal. No se han tomado decisiones y no hay discusiones al respecto».
Kremlin intenta tranquilizar a los ciudadanos rusos
Intentó tranquilizar a los ciudadanos que se han mostrado preocupados por el hecho de que la guerra haya llegado al corazón de Rusia, al afirmar que las autoridades rusas «continuarán el trabajo para mejorar el sistema de defensa antiaérea».
El alcalde de Moscú, Serguéi Sobianin, admitió que «varias familias acudieron a psicólogos» ofrecidos por el Ayuntamiento inmediatamente después del ataque, que provocó daños menores en algunos edificios y provocó evacuaciones de los residentes de tres portales de uno en concreto, en el suroeste de la ciudad.
El Kremlin lamentó la falta de condena occidental al ataque. «Nos gustaría desde luego escuchar algunas palabras de condena», dijo Peskov, no sólo en lo que se refiere a la capital, donde se han visto afectadas infraestructuras civiles, sino también respecto a los continuos bombardeos de la región rusa de Bélgorod.
El gobernador de esta provincia, Viacheslav Gladkov, denunció hoy que al menos cuatro personas resultaron heridas en un ataque con cohetes Grad contra la ciudad de Shebékino. También hubo un herido en las afueras de la aldea de Bogun-Gorodok por proyectiles.
Bélgorod evacúa a los niños por bombardeos
Ante el empeoramiento de la situación en la región, el gobernador anunció la evacuación a la ciudad de Voronezh (unos 200 kilómetros de la frontera con Ucrania) de los primeros 330 niños de Shebékino y Gráivorono, distrito este último donde el pasado día 22 paramilitares rusos que combaten del lado de Kiev efectuaron un asalto armado.
«Estamos realmente preocupados por la alarmante situación allí, donde continúan los bombardeos de los objetivos civiles», dijo Peskov, quien asimismo indicó que, hasta el momento, «ningún país de Occidente ha dicho sus palabras de condena».
Reino Unido y EEUU con posiciones divididas
Rusia se mostró hoy especialmente enfadada con la reacción del Reino Unido al ataque contra Moscú.
Londres es uno de los socios occidentales que más ayuda militar ha proporcionado a Ucrania, incluidos misiles de largo alcance Storm Shadows.
«Ucrania tiene el legítimo derecho a defenderse. Tiene el legítimo derecho a hacerlo dentro de sus propias fronteras, por supuesto, pero también tiene el derecho a proyectar fuerza más allá de sus fronteras para minar la capacidad de Rusia de proyectar fuerza hacia la propia Ucrania», señaló la víspera el ministro británico de Exteriores, James Cleverly.
El vicepresidente del Consejo de Seguridad ruso, Dmitri Medvédev, advirtió en respuesta de que los altos cargos británicos puede ser considerados un «objetivo militar legítimo», por cuanto el Reino Unido libra una «guerra no declarada» contra Rusia.
«Es una incitación directa a lo que están haciendo los terroristas de Kiev», dijo a su vez el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, en Mozambique.
Frente al apoyo decidido de Londres, Washington se mostró más comedido.
La portavoz de la Casa Blanca, Karine-Jean Pierre, señaló ayer, martes, que, de forma general, EEUU «no apoya ataques dentro de Rusia».
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