Rousseff dice que sólo el proceso de Lula tiene que ser revisado
EFE
La expresidenta Dilma Rousseff dijo este jueves que el escándalo que puso en duda la imparcialidad del juez responsable por la Lava Jato, la mayor operación de combate a la corrupción en la historia de Brasil, obliga a revisar el juicio contra Luiz Inácio Lula da Silva pero no el de los otros reos.
«Todo el proceso con relación a Lula está viciado. No estoy diciendo que el de todos los demás reos también», aseguró la sucesora del expresidente en declaraciones que concedió a periodistas tras visitar al líder del Partido de los Trabajadores (PT) en la prisión en que purga su condena por corrupción.
«Lo que tenemos claro es que en el caso de Lula hubo un intento deliberado y claro del juez y los fiscales para evitar que el expresidente tuviera cualquier posibilidad de influir en las elecciones (presidenciales de 2018), en las que era el favorito de las encuestas», agregó la exmandataria.
Rousseff se refirió de esa forma a unos mensajes electrónicos obtenidos por el portal The Intercept y que sugieren que el actual ministro de Justicia de Brasil, Sergio Moro, que fue el responsable hasta el año pasado por la Lava Jato, intervino en la labor de los fiscales para orientarlos en la investigación contra Lula, lo que está prohibido por ley.
Los mensajes fueron obtenidos por The Intercept gracias a un «hacker» anónimo y para el PT son la «prueba» de que Lula, condenado y en la cárcel por corrupción, fue objeto de un juicio «parcial», que en el fondo no era más que una «persecución política».
«No conversé con Lula sobre eso pero se trata de un problema grave que tiene que ser tratado por todas las instancias del Poder Judicial ya que es bastante comprometedor y pone en duda la imparcialidad del juez», afirmó Rousseff.
«Un juez que es capaz de actuar como asesor de la acusación en ciertos momento y como dirigente de acusación en otros no es imparcial, lo que es gravísimo porque amenaza con la pérdida de la credibilidad en la Justicia no sólo por parte de la población brasileña sino para todo el mundo», agregó.
De acuerdo con Rousseff, que gobernó entre 2011 y 2016 como sucesora de Lula (2003-2010), es inadmisible que en un país que se dice democrático se toleren decisiones de un juez que se probó que actuó de forma parcial y por eso, en su opinión, hay que revisar todo el impacto de la investigación.
«Lo que está comprometido es la investigación contra Lula porque es claro que en uno de los diálogos uno de los fiscales dice que las pruebas en su contra son frágiles. Todo el proceso contra Lula está viciado y tiene que ser revisado», aseguró.
La exmandataria aclaró que todo el proceso y las decisiones como la de impedir que el expresidente diera una entrevista en la prisión tan sólo tuvieron como fin impedir que Lula tuviera algún tipo de influencia en las elecciones presidenciales del año pasado.
«Es algo que ya sabíamos pero que queda claro en las revelaciones. Había un claro interés de retirarlo del proceso electoral», agregó Rousseff al aclarar que los otros condenados por la Lava Jato no sufrieron esa persecución política.
«Y lo más grave es el nombramiento posterior del juez que lo condena como ministro de Justicia del principal beneficiario de la prisión, ya que la salida de Lula (de la disputa electoral) facilitó la candidatura de la extrema derecha», afirmó al referirse a la victoria de Jair Bolsonaro en las presidenciales.
La expresidenta dijo que por eso sus visitas a Lula siempre son «conmovedoras» porque es difícil ver presa a una persona inocente.
«Da mucho dolor verlo así, en una celda, y lo sé porque estuve tres años en una. Sé que no es un lugar adecuado para una persona, principalmente si es inocente, un preso político, pero creo que en el caso de Lula la justicia será hecha», agregó al recordar los años en que estuvo encarcelada por la dictadura militar (1964-1985) a la que se opuso.