Roma prohibirá los coches de caballos en días muy calurosos
EFE
El ayuntamiento de Roma firmó hoy una ordenanza para prohibir durante este verano el uso de vehículos con tracción animal cuando se superen los 30 grados centígrados de temperatura, lo que afectará a los turísticos coches de caballos, envueltos en polémicas en los últimos años.
Se trata de una medida que la alcaldesa, Virginia Raggi, llevaba en su programa electoral al ser elegida hace cuatro años y que intentó aplicar en 2019, pero que fue paralizada en los tribunales, lo que despertó la indignación tanto de su grupo político, el Movimiento 5 Estrellas, como de los grupos animalistas.
La ordenanza busca proteger la salud de los caballos, sensibles a las altas temperaturas que se viven habitualmente en Roma, y será válida hasta el próximo 30 de septiembre.
Además, todos aquellos caballos utilizados en manifestaciones lúdicas o eventos deportivos deberán tener un lugar fresco y aireado donde recuperarse después de la actividad física, siguiendo las recomendaciones de una comisión veterinaria.
El movimiento animalista ha protagonizado en los últimos tiempos varias protestas contra los turísticos carros de caballos, presentes en los puntos más visitados de la ciudad, como la Piazza de Spagna, donde en julio del año pasado se enfrentaron a los conductores de los carruajes con episodios de tensión.
La última protesta se vivió en junio, cuando la ONG en defensa de los animales ENPA se concentró en el Campidoglio, sede del Ayuntamiento, acusando a la alcaldesa de «no cumplir ni siquiera una coma de la palabra que dio», en referencia a su promesa de prohibir estas actividades.
Es el final por el momento de una larga batalla política entre la alcaldía de la ciudad y los conductores de los coches, que durante años han rechazado medidas que limiten su actividad, como la prohibición de usar los carros en las horas centrales del día o llevarlos a los parques.
En 2017 un tribunal investigó a 47 conductores, prácticamente todos los que hay en la ciudad, por mantener los caballos en malas condiciones y provocar «graves sufrimientos» a los animales. EFE