Rodrigo Londoño: Colombia requiere transformaciones profundas
Redacción 800 Noticias/Agencia
Rodrigo Londoño, alias Timochenko, máximo líder de las Farc, firmó la tarde de este lunes el acuerdo de paz que pone fin a más de medio siglo de violencia en Colombia.
Tras la firma, hizo un llamado a todos a no dudar “que vamos hacia la política sin armas, preparémonos todos para desarmar las lentes y los corazones”.
Reiteró la importancia de la implementación de los acuerdos, “que lo escrito en papel cobre vida en la realidad (…) el pueblo debe convertirse en el mayor garante de la materialización de todo lo pactado (…) Nosotros vamos a cumplir y esperamos que el Gobierno cumpla”.
El acuerdo de paz colombiano “es un referente para la solución de conflictos en el mundo (…) No más conflictos bélicos”.
Timochenko, dijo durante su discurso, que «Colombia requiere transformaciones profundas».
“Aspiramos a poner punto final a la larga historia de enfrentamientos continuos que han desangrado la patria, solo un pueblo que ha vivido entre el espanto, podría tejer pacientemente los sueños de paz (…)
La tierra entera debería ser declarada territorio de paz”, señaló.
El mandatario Juan Manuel Santos y el líder de las FARC formalizaron con su rúbrica el acuerdo que ahora deberá ser refrendado por la ciudadanía en un plebiscito el próximo 2 de octubre.
Ambos firmaron con un «balífrago», una pluma adaptada a partir de una bala usada en la guerra, en una ceremonia que comenzó con un coro de mujeres afrodescendientes alabando la paz.
El acuerdo negociado durante casi cuatro años, busca que las FARC abandonen las armas, se incorporen a la vida política como fuerza civil y se logre un resarcimiento de las víctimas. La guerra interna colombiana dejó más de 220.000 muertos, miles de desaparecidos y millones de campesinos desplazados a las ciudades.
Vestidos de Blanco
El acuerdo se firmó ante unos 2.500 invitados a quienes se les pidió vestir de blanco como símbolo de paz en una jornada en la que también se rendirá homenaje a las víctimas del conflicto armado. El acto será a puertas cerradas aunque se espera que en todo el país se realicen fiestas.
El 2 de octubre los colombianos tendrán la posibilidad de rechazar o avalar en un plebiscito el acuerdo que busca terminar con la guerra interna.
En una muestra de fuerte respaldo al acuerdo, la canciller europea Federica Mogherini anunció el lunes que la Unión Europea eliminó de la lista de organizaciones terroristas a las FARC.
«Estamos dispuestos a brindar nuestro apoyo político y a partir de hoy (lunes) suspendemos a las FARC de nuestra lista de terroristas», señaló la funcionaria en un video grabado y subido a su cuenta de Twitter.
Por su parte, el secretario de Estado estadounidense John Kerry que se encuentra en Cartagena dijo que su país estudia una medida similar.
«Evidentemente estamos listos para revisar y tomar las decisiones, una vez que los hechos se den», señaló Kerry. «No queremos dejar gente en la lista si no pertenecen (a ella)», añadió.
Un rato antes y durante una ceremonia litúrgica que contó con la mayoría de quienes participarán como testigos de la firma del pacto el cardenal Pietro Parolín reconoció el desafío por venir. «Todos los que estamos aquí somos conscientes de que estamos a final de una negociación y el inicio de un proceso que requiere de todos los colombianos», dijo.
Parolín destacó que el perdón y la reconciliación están en el centro de los valores cristianos. «La violencia y el conflicto son evitables», agregó el cardenal.
En la primera fila de la iglesia adornada con flores blancas estuvieron Santos, el mandatario cubano Raúl Castro -en cuyo país se realizaron por casi cuatro años las negociaciones entre el gobierno y las FARC- su colega chilena Michelle Bachelet y el rey emérito de España Juan Carlos.
Formalmente el camino que trajo a los colombianos a este punto comenzó a fines de 2012 cuando representantes de las FARC y el gobierno se sentaron a una mesa de diálogo inicialmente en Noruega y luego en Cuba. Sin embargo, Santos dijo la víspera que los primeros sondeos informales comenzaron al menos un par de años antes.
Según la última encuesta disponible 54% de los colombianos le dará su voto al «sí» en el plebiscito, frente a un 34% del «no». El 12% de los consultados desconocía el tema o se abstuvo de responder, de acuerdo con el estudio realizado por la firma Cifras y Conceptos la semana pasada.
Para que el acuerdo de paz sea refrendado se necesitan poco más de 4,5 millones de votos de los 35 millones de ciudadanos aptos para sufragar.
«Yo estoy con la paz, ahora podemos reconciliarnos y si todos ponemos un granito de arena se puede llegar», dijo a The Associated Press Ruth Alarcón, una manicura de 42 años que vive en el poblado de Carmen de Bolívar, a 120 kilómetros de Cartagena.
Unas 500 personas se dieron cita a primera hora de la mañana en Cartagena para expresar su rechazo a los acuerdos de paz. La manifestación contó con la presencia del expresidente y mayor opositor al proceso Álvaro Uribe (2002-2010).
«Sí queremos paz pero no aceptamos ese acuerdo porque la guerrilla no se arrepiente de verdad. Al final la guerra va a seguir peor», se quejó Cristina Navarro, un ama de casa que acudió a la manifestación de paraguas rojos, amarillos y azules, los colores de la bandera de Colombia.
Las FARC, con 7.000 miembros, son la guerrilla en actividad más antigua de América Latina. El gobierno también realiza conversaciones para un desarme con el otro grupo rebelde que opera en el país, el Ejército de Liberación Nacional.