Revelan por qué el recuerdo del miedo se queda grabado
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Los sucesos aterradores casi nunca se olvidan, quedan grabados en nuestra memoria de manera muy marcada, provocándonos miedos muchas veces irracionales. Un equipo de investigadores ha querido conocer de manera concreta el porqué de este recuerdo tan nítido de los miedos que no ocurre con otros acontecimientos, y la respuesta está en el cerebro.
Según los autores, que pertenecen a la Universidad de Tulane y la Universidad de Tufts (EE.UU.), la formación de los recuerdos del miedo está relacionada con el centro emocional del cerebro y la amígdala, que comparten un mecanismo común. El estudio se ha publicado en la revista Nature Communications.
Los resultados de la investigación indicaron que el neurotransmisor de estrés norepinefrina, también llamado noradrenalina, ayuda al cerebro a procesar el miedo estimulando un determinado tipo de neuronas inhibitorias en la amígdala, con lo que crean un patrón repetitivo de descargas eléctricas.
El miedo segrega norepinefrina, que facilita el recuerdo
Este patrón de actividad cambia la frecuencia de oscilación de las ondas cerebrales que se producen en la amígdala, pasando de un estado de reposo a uno de excitación que hace que se almacenen mejor los recuerdos negativos. Es por este motivo que quedan mejor grabados los miedos que otras situaciones que experimentamos.
“Si te asaltan a punta de pistola, tu cerebro secreta una gran cantidad del neurotransmisor de estrés norepinefrina, similar a una descarga de adrenalina. Esto cambia el patrón de descarga eléctrica en circuitos específicos en tu cerebro emocional, centrado en la amígdala, que a su vez hace que el cerebro pase a un estado de mayor excitación que facilita la formación de recuerdos, el recuerdo del miedo, ya que da miedo”, ha explicado Jeffrey Tasker, director de la investigación.
Además, ha añadido que “creemos que este es el mismo proceso que sale mal en el trastorno de estrés postraumático y hace que no puedas olvidar las experiencias traumáticas”. Seguir investigando los mecanismos cerebrales que hay detrás de los miedos es clave para poder desarrollar terapias eficaces para combatirlos.
Con información de Web Consultas