Reuters lamenta que sus reporteros ganadores del Pulitzer estén en la cárcel
EFE
La agencia Reuters lamentó que los periodistas birmanos Wa Lone y Kyaw Soe Oo estén en la cárcel por investigar una matanza de rohinyás en Birmania (Myanmar), historia por la que han sido distinguidos con un premio Pulitzer.
«Me emociona que Wa Lone y Kyaw Soe Oo y sus colegas hayan sido reconocidos por su extraordinaria y valiente cobertura», indicó el editor jefe de la agencia, Stephen J. Adler.
«Me sigue preocupando profundamente, sin embargo, que nuestros valientes periodistas Wa Lone y Kyaw Soe Oo continúen estando entre rejas por contar la verdad», agregó Adler en un comunicado.
La cobertura de la matanza de rohinyás ocurrida en 2017 en el marco de una operación militar en el oeste del país le ha permitido a Reuters ganar el Pulitzer de periodismo internacional, que este año ha compartido con Associated Press (AP) por su cobertura de la guerra de Yemen.
Los premios Pulitzer, que entrega la Universidad de Columbia de Nueva York con 14 categorías de periodismo y 7 de los mundos de la literatura y de la música, fueron anunciados en una gala anoche en la ciudad estadounidense.
Wa Lone y Kyaw Soe Oo descubrieron una fosa con diez cadáveres en la aldea Inn Dinn que pertenecían a rohinyás masacrados por el Ejército durante una campaña de limpieza étnica que arrancó en agosto de 2017 contra esta comunidad en el estado de Arakan (también conocido como Rakáin).
Antes de que pudieran terminar de escribir la historia, Wa Lone y Kyaw Soe Oo fueron detenidos en diciembre de 2017 en Rangún, la principal ciudad de Birmania, y unos meses más tarde el artículo fue finalizado y publicado por sus compañeros Simon Lewis y Antoni Slodkowski, que también comparten el mérito del Pulitzer.
A pesar de la presión internacional a favor de los reporteros, Wa Lone y Kyaw Soe Oo fueron condenados a siete años de cárcel en septiembre del año pasado por vulnerar la Ley de Secretos Oficiales, una norma de la época colonial.
La matanza de Inn Dinn, la única reconocida por las autoridades birmanas, forma parte de los abusos, incluidas violaciones masivas y asesinatos, denunciados por miles de testimonios de los 723.000 rohinyás que se refugiaron a Bangladesh huyendo de la violencia.
En un informe el pasado septiembre, una misión especial de Naciones Unidas calificó de genocidio la campaña militar que causó, según datos de Médicos sin Fronteras, al menos 10.000 muertos.