Reumatismo no son solo cosa de adultos: Cómo identificarlo en niños
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Cuando alguien piensa en una enfermedad reumática solo lo hace con miras a las personas adultas, cuando en realidad también son patologías que son habituales en la edad pediátrica, y que incluso algunas pueden debutar durante el primer año de vida.
Para entenderlas un poco mejor entrevistamos en Infosalus a la vocal de la Sociedad Española de Reumatología Pediátrica (SERPE), la doctora Esmeralda Nuñez Cuadros, quien explica en primer lugar que una enfermedad reumática es aquella patología que afecta al aparato locomotor, aunque también puede hacerlo a otros órganos y sistemas, y donde se produce una disregulación del sistema inmune, en muchos casos por causas desconocidas, aunque el desencadenante a veces se asocia con infecciones, estrés o traumatismos, según detalla la experta.
Dice que se suele identificar la enfermedad reumática con la edad adulta porque suele asociarse con enfermedades degenerativas, con la artrosis principalmente, y además porque se confunden la artritis con la artrosis, cuando son afectaciones diferentes. «Las enfermedades reumáticas son cuadros inflamatorios en realidad, no son cuadros degenerativos. La artritis idiopática juvenil o AIJ es la enfermedad reumática más habitual en la edad infantil y también hay que tener en cuenta que no es igual a la artritis reumatoide del adulto», subraya.
En este contexto, la también jefa de sección de Pediatría del Hospital Regional Universitario de Málaga indica además que entre las enfermedades crónicas de los niños, la diabetes tipo 1 y la AIJ presentan la misma afectación, y están presentes en 1 de cada mil niños.
Entre las enfermedades reumáticas infantiles la experta distingue los trastornos musculoesqueléticos, como la AIJ; después se encontrarían un grupo de enfermedades autoinmunes y sistémicas, siendo la más conocida el lupus, donde el 20% de los casos debuta en la edad pediátrica, así como la dermatomiositis juvenil, o el síndrome de fiebre periódica; también se encontrarían los niños con síndrome de dolor amplificado (como fibromialgia del adulto), así como la osteoporosis, entre otras según menciona.
No hay un registro global en España de las enfermedades reumáticas en edad infantil, según reconoce la doctora Nuñez, si bien apunta que la más frecuente en las consultas de reumatología pediátrica es la AIJ, que padecerían unos 3.500-4.000 menores españoles.
SÍNTOMAS O SIGNOS DE ALERTA EN NIÑOS
Con ello, la pediatra explica que los principales síntomas o signos sobre los que sospechar, por ejemplo en el caso de la AIJ, que es la más frecuente, es la inflamación en articulaciones. «Al ser una enfermedad crónica, el niño se queja poco pero tienen mucha inflamación. A veces limitación del movimiento. Si le duele la rodilla, por ejemplo, pero la mueve bien no habría que preocuparse, pero si hay límite de movimiento es cuando sí hay que sospechar», aclara.
Igualmente, apunta a episodios de fiebre repetida sin motivo aparente, manchas en la piel que se acentúan con el sol, y que se van repitiendo, o la debilidad muscular de forma que el menor no tolera el ejercicio. A veces también dice que la presencia de aftas de repetición o llagas en la boca también pueden representar un síntoma de alarma en este sentido.
Por otro lado, la doctora Nuñez subraya que el debut de las enfermedades reumáticas tiene dos picos de incidencia, el primero entre el primer año de vida y los cuatro años; y posteriormente en torno a la adolescencia. «Es en el momento de la pubertad cuando los padres deben estar pendientes porque pueden surgir brotes de enfermedades diagnosticadas de forma temprana», advierte.
Asimismo, recalca que hay enfermedades reumáticas que solo aparecen en la infancia y no se mantienen en la vida adulta: «Más o menos en el 50% de los niños con enfermedad reumática en la infancia no la padecen en la vida adulta, como puede suceder con la AIJ o la dermatomiositis juvenil. Siempre por ello hay que lanzar un mensaje positivo, porque la esperanza está ahí. Aunque todo depende del subtipo porque, en cambio, por ejemplo con el lupus, esta afectación se mantiene también en la edad adulta».
En última instancia, la vocal de la junta directiva de la SERPE destaca que se ha avanzado mucho en los tratamientos de las enfermedades reumáticas infantiles, «y atrás quedaron los años en los que los niños sí o sí tenían secuelas».
«Puede quedar una secuela puntual de niños diagnosticados tarde y se han estado derivando de especialista en especialista hasta dar con lo que realmente tienen. De ahí la importancia del diagnóstico precoz en estas enfermedades para evitar secuelas. No obstante, hoy en día, incluso niños diagnosticados un poco más tarde, gracias a los avances en los tratamientos, y sobre todo a los fármacos biológicos, tienen una vida normalizada, y en la que muchos pueden hacer incluso hasta deporte», sentencia la doctora Nuñez.