República Democrática del Congo anuncia fin de brote de ébola
Con información de EFE Reuters
Luego de pasar 42 días, los que exige la reglamentación sanitaria internacional y que corresponden al doble del período de incubación, sin que se presentaran nuevos casos, la República Democrática del Congo (RDC) anunció este martes (24.07.2018) que el noveno brote de ébola que enfrentó el país desde 1976 y que dejó un total de 38 contagiados, con 17 muertes confirmadas desde mayo, ha finalizado oficialmente.
El ministro de Sanidad congoleño, Oly Ilunga, recordó que el brote afectó a dos zonas rurales -Bikoro e Iboko- y a un área urbana -Mbandaka- de en torno a un millón de habitantes. Agregó que si bien los casos oficiales son 38, hay otros 16 probables, todos ellos de personas que fallecieron. Si se suman las muertes comprobadas con aquellas en que hay sospecha de ébola, el total de víctimas es de 33.
«A pesar de que la amplitud de la crisis a la que nos hemos enfrentado no tenía precedentes, la rapidez y la eficacia de la respuesta puesta en marcha por el Gobierno y sus socios han sido excepcionales», consideró el ministro congoleño en un comunicado. Tanto la RDC como los organismos internacionales temían que las conexiones fluviales de Mbandaka con otras partes del país y la capital, así como su cercanía con la República del Congo y la República Centroafricana, pudiesen ampliar los contagios, algo que finalmente no ocurrió.
Enfermedad endémia
Para evitar la propagación y controlar la epidemia, la RDC y sus socios internacionales, entre los que se encuentran la Organización Mundial de la Salud (OMS) y Médicos Sin Fronteras (MSF), decidieron por primera vez en la historia comenzar a aplicar desde el inicio de la crisis la vacuna experimental rVSV-ZEBOV. En total, 3.300 personas han sido vacunadas y se ha ofrecido asistencia sanitaria gratuita a toda la población en siete zonas de la provincia de Ecuador.
El ébola, que se transmite por contacto directo con la sangre y fluidos corporales de personas o animales infectados y causa hemorragias graves y puede tener una tasa de mortalidad del 90 por ciento, es una enfermedad endémica en la RDC, que está acostumbrada a sufrir brotes periódicamente. El último fue declarado el 11 de mayo de 2017 en Likati, en la provincia de Bas Uele (norte del país), casi en la frontera con República Centroafricana, con cinco casos y cuatro muertos.