Renuncia jefe de la policía de Nueva York, la mayor de Estados Unidos
Redacción 800 Noticias / Con información de El Nuevo Herald
El jefe de la policía de Nueva York, William Bratton, renunció a la fuerza policial más grande del país después de una carrera en la que se le atribuye haber mantenido baja la tasa de delincuencia y manejado momentos tensos entre los agentes del orden y las comunidades minoritarias.
El alcalde Bill de Blasio anunció el martes que Bratton se retirará el mes próximo para pasar al sector privado, sin entrar en detalles. James O’Neill, un alto oficial del departamento, será su sucesor.
Bratton, quien fue jefe del departamento en la década de 1990 y regresó en 2014, dijo que se va en momentos que las relaciones entre la fuerza y la comunidad están tensas, pero que confía en el futuro.
«Es una época difícil para la policía en Estados Unidos y en Nueva York, aunque todos los indicadores apuntan en la dirección correcta», dijo Bratton. «A medida que avanzamos y enfrentamos las crisis de raza en Estados Unidos, la delincuencia en Estados Unidos, la amenaza del terrorismo» y las divisiones provocadas por las elecciones presidenciales, «no hay departamento mejor preparado», aseguró.
De Blasio calificó los aportes de Bratton a la ciudad «incalculables y extraordinarios». Dijo que O’Neill es alguien capaz de encabezar el proceso de crear confianza y buenas relaciones entre la policía y los barrios.
Bajo el mando de Bratton la ciudad hizo planes para adoptar una estrategia de policía barrial. O’Neill ha participado de ese proceso, dijo de Blasio y la policía barrial entrará en operaciones en las 51 comisarías de la ciudad en los próximos meses.
«Hemos tratado de redefinir nuestra relación, de ser la policía a ser su policía», dijo Bratton.
O’Neill, nacido en Brooklyn, inició su carrera como agente de tránsito hace más de 30 años. Es jefe de departamento, el grado uniformado más alto de la policía, desde noviembre de 2014.
La carrera de Bratton no tiene igual en la policía local. Comenzó como agente en Boston en 1970 y fue jefe en esa ciudad, Los Angeles y Nueva York.
El entonces alcalde Rudolph Giuliani lo nombró jefe a principios de los 90 y se le atribuye haber reducido la tasa de delincuencia con una estrategia basada en datos que fue ampliamente imitada.