Reina la duda luego de un año del presunto naufragio del bote Ana María
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El 16 de mayo del 2019, zarpo del muelle La Playita, en Güiria, estado Sucre, la embarcación Ana María, con 33 personas abordo, luego de un año del presunto naufragio, la duda reina entre los familiares y amigos de los venezolanos desaparecidos.
La embarcación que salió de forma ilegal, con 33 migrantes que pretendían salir del país, en busca de un futuro mejor no dejó rastros, hasta la fecha no existen evidencias sobre su naufragio.
Las autoridades abandonaron rápidamente su búsqueda y tampoco se realizaron los enlaces diplomáticos pertinentes, denunció la ONG, defensora de los derechos humanos Funda Redes.
La versión sobre una presunta red de trata de personas que engaña a sus víctimas ofreciéndoles trabajo fuera del país, es una de las hipótesis que cobra fuerza entre los familiares que aseguran pudieron ser vendidos a una de estas mafias que opera en las costas venezolanas.
Jeyson Gutiérrez, hermano de Kelly Zambrano, una tachirense a quien le ofrecieron un supuesto trabajo en Trinidad y Tobago. Una conocida de la joven, de nombre Romy María Martínez le aseguró que se encargaría de los gastos del viaje y del hospedaje en Güiria, además de tenerle coordinado el empleo que lucía prometedor.
La pesadilla de la familia de Kelly Zambrano, al igual que la de los otros 32 desaparecidos comenzó aquel día y un año después aún no termina, pues luego de dirigirse a todas las instancias posibles dentro de Venezuela, no han recibido respuestas.
📍 En el caso del bote Ana María y sus 33 pasajeros, no se encontró evidencia del supuesto naufragio, pero las autoridades no continuaron la búsqueda de las víctimas, ni estableció los enlaces diplomáticos para buscarlos en otros países. #Faltan33 #16May pic.twitter.com/t8Y09PPqGP
— FundaREDES (@FundaREDES_) May 16, 2020