Régimen califica de intromisión críticas de la UE sobre designación del CNE
EFE
El régimen de Nicolás Maduro calificó este miércoles como una intromisión las críticas de la Unión Europea (UE) a la polémica elección de un nuevo Consejo Nacional Electoral (CNE) por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y las consideró como una «demostración de la soberbia y nostalgia colonialistas».
«La insólita y más reciente intromisión de la Unión Europea en el funcionamiento de los órganos del poder público de Venezuela no tiene precedentes en la historia de las relaciones entre ese grupo de países y Nuestra América Latina y Caribeña y es violatoria de los más elementales principios de Derecho Internacional», reza un comunicado de la Cancillería.
La elección del CNE corresponde a la Asamblea Nacional (AN, Parlamento) pero el TSJ se atribuyó esa labor al considerar que hubo una «omisión» legislativa.
Al frente del CNE, el TSJ puso a la vicepresidenta del supremo, Indira Alonzo, quien ha sido sancionada por Canadá «en respuesta a las elecciones presidenciales ilegítimas y antidemocráticas» en las que fue reelegido como presidente Nicolás Maduro en 2018.
Además, el TSJ, cuya legitimidad es negada por la oposición, suspendió la junta directiva de Acción Democrática (AD), uno de los principales partidos de oposición, y nombró una directiva alternativa al frente de la cual puso a exmilitantes expulsados de la organización.
Los excompañeros de esos exmilitantes de AD han denunciado que aceptaron sobornos del Gobierno.
UE DENUNCIA QUE SE ACABA EL ESPACIO DEMOCRÁTICO
Tras esas decisiones, el alto representante de la UE para la Política Exterior, Josep Borrell, aseguró en una declaración a nombre de los veintisiete que «estas decisiones reducen al mínimo el espacio democrático en el país y crean obstáculos adicionales para la resolución de la profunda crisis política en Venezuela».
Asimismo, Borrell aclaró que la clave de un proceso electoral creíble pasa por un CNE «independiente y equilibrado» y un entorno que «permita la participación de partidos políticos y candidatos».
«La UE hace un llamamiento al Gobierno y la oposición para que entablen negociaciones (…) dirigidas a la constitución del CNE y el levantamiento de las prohibiciones a los partidos de la oposición», indicó.
Precisamente, en el comunicado de hoy, Venezuela «rechaza la declaración del señor Josep Borrell».
VENEZUELA DENUNCIA «NOSTALGIAS COLONIALISTAS»
Esa declaración, muestra para el Gobierno venezolano «la pretensión europea de imponer una suerte de supervisión al funcionamiento de las instituciones democráticas de Venezuela».
«Es otra demostración de la soberbia y nostalgia colonialistas que aún perviven en las venas corporativas de las élites dominantes en el viejo continente», sostiene.
En el mismo documento, también critican «los términos de un comunicado adjudicado al espectral Grupo de Contacto Internacional (CGI)».
Ese comunicado fue difundido este martes por el ministro de Relaciones Exteriores uruguayo, Ernesto Talvi, y asegura que el CGI rechaza «la forma como se integró el CNE».
«Esta acción por parte del régimen (de Maduro) reduce aún más las garantías necesarias para la realización de un proceso electoral justo y transparente que posibilite un retorno a la vigencia plena de las instituciones democráticas», afirmó al respecto el GIC en el comunicado que difundió Talvi.
PARA VENEZUELA, EL CGI ES «UN MUERTO VIVIENTE»
El régimen de Maduro reiteró este miércoles que el CGI es un grupo compuesto por «muertos vivientes» que no suma ni aporta «a las buenas relaciones y a la aproximación positiva a los procesos políticos y sus resoluciones».
En este sentido, concluyeron que ese grupo nació «para ofrecer aportes a la realidad política venezolana» pero afirmó que «ha carecido de utilidad a un punto tal, que puede afirmarse con estricto apego a los hechos, que el referido Grupo, murió al nacer».