Recordar mal es síntoma de una buena memoria
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Cuántas veces en la vida, nuestra memoria nos jugó una mala pasada. Aunque suele suceder mayormente con cuestiones superfluas, olvidar de algo realmente urgente o importante nos hace dudar de nosotros mismos.
En una entrevista para la BBC, el profesor de ciencias cognitivas y del cerebro en la Universidad de Rochester, Robert Jacobs, aclaró algunas dudas populares respecto al funcionamiento de la memoria humana.
Estudió la percepción y la cognición humanas durante más de 30 años, y junto a sus compañeros, desarrolló nuevas formas teóricas y experimentales de explorar los “errores” de memoria.
La investigación realizada en Nueva York, Estados Unidos, arrojó como resultado que estos, contrariamente a lo que se piensa, son signos de un sistema cognitivo “óptimo” o “racional”.
En tal sentido, explicaron que la memoria tiene capacidad limitada, por lo tanto deberá asegurarse de que todos los datos que pueda mantener sean los realmente importantes.
Esto significa que la memoria sería la mejor posible en circunstancias limitadas, y quizás las que más necesitemos en la vida.
“Cuando colocas un elemento en la memoria, es como si estuvieras enviando un mensaje a tu yo futuro. Sin embargo, este canal tiene una capacidad limitada y, por lo tanto, no puede transmitir todos los detalles de un mensaje”, explicó el científico.
Y continuó argumentando que “en consecuencia, un mensaje recuperado de la memoria en un momento posterior puede no ser el mismo que el mensaje original guardado en la memoria. Y esto explica por qué ocurren errores”.
“Si tu almacén de memoria no puede mantener fielmente todos los detalles debido a su capacidad limitada, entonces deberá asegurarse de que todos los datos que pueda mantener sean los realmente importantes. Es decir, la memoria sería la mejor posible en circunstancias limitadas”; concluyó.
Por último, el profesor Jacobs explicó que las personas tienden a recordar la esencia de un recuerdo almacenado en la memoria, aunque se olviden de los pequeños detalles.
Y cuando esto ocurre, la gente tiende a “completar” mentalmente los detalles faltantes con las propiedades más frecuentes o comunes. A esto se lo conoce como estrategias mentales rápidas, o heurística.