Los últimos documentos, vistos por Wired, muestran lo grande que podría ser esta base de datos. Los países capturan todo tipo de imágenes de sus ciudadanos donde el reto será conseguir reconocer los rostros según envejecen.
«Lo que se está creando es la infraestructura de vigilancia biométrica más extensa que creo que jamás se haya visto en el mundo», dijo Ella Jakubowska, asesora política de la ONG de derechos civiles European Digital Rights.
Por su parte, un portavoz de la UE dijo que, como parte de Prüm II, «solo se podrán intercambiar imágenes faciales de sospechosos o delincuentes condenados. No habrá coincidencia de imágenes faciales con la población general».
Con información de Computer Hoy