REACCIONES | China pide a Pyongyang que retome senda del diálogo y Rusia llama a la calma
EFE
El test nuclear norcoreano con una bomba H que puede ser instalada en un misil intercontinental suscitó este domingo la condena mundial, así como la petición de China -principal aliado de Pyongyang- de que retome el diálogo y la de Rusia a los países más amenazados -Corea del Sur, EEUU y Japón- a que mantengan la sangre fría.
Apenas unos minutos después de que las autoridades de Pyongyang confirmaran la realización de su sexta prueba nuclear, el responsable de la Seguridad Nacional de Corea del Sur, Chung Eui-yong, y su homólogo estadounidense, el teniente general H.R. McMaster, trataron durante más de veinte minutos por teléfono la respuesta al ensayo.
Además, el gobierno surcoreano y el de Japón mostraron su intención de solicitar junto a Washington una nueva reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU.
Seúl «nunca permitirá a Corea del Norte continuar avanzando con sus tecnologías nuclear y de misiles», afirmó el presidente surcoreano, Moon Jae-in, en una reunión urgente del Consejo Nacional de Seguridad.
Moon llamó a «imponer las sanciones más fuertes posibles» por el Consejo de Seguridad Nacional de Naciones Unidas para incrementar el aislamiento del régimen que lidera Kim Jong-un.
El primer ministro nipón, Shinzo Abe, consideró «intolerable» el nuevo test nuclear, que supone «una grave e inmediata amenaza de seguridad» que «incrementa aún más el peligro del régimen» y «menoscaba seriamente a la paz y a la seguridad en la región».
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, exigió al régimen de Kim Jong-un poner fin «de inmediato» a todas sus actividades nucleares y de misiles balísticos «de forma completa, verificable e irreversible», y le pidió reanudar el diálogo con la comunidad internacional.
Stoltenberg destacó la preocupación de la Alianza por el «patrón de comportamiento desestabilizador que supone una amenaza para la seguridad regional e internacional».
Durante la inauguración de la cumbre de potencias emergentes BRICS (Brasil, Rusia, la India, China y Sudáfrica), el presidente de China, Xi Jinping, eludió en su discurso a Corea del Norte, precisamente en el día en el que el país vecino hacía su sexto ensayo nuclear, aunque simultáneamente el Ministerio de Exteriores chino emitió una enérgica condena contra Pyongyang.
Pekín pidió a Pyongyang que respete las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, «deje de tomar decisiones equivocadas» y vuelva «de forma real al camino del diálogo».
Rusia tachó el test norcoreano de «seria amenaza para el mundo», e insistió en que todas las partes implicadas en el conflicto en la península coreana deben volver conversar.
«Seguir en esta línea puede tener serias consecuencias para la propia Corea del Norte», añadió la nota de Exteriores.
Al mismo tiempo, Moscú llamó al resto de los países a «mantener la sangré fría y evitar cualquier acción que continúe con la escalada de tensión».
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, reclamó a los miembros del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y a la Unión Europea una respuesta «rápida».
El mandatario condenó «con la mayor firmeza» la prueba e instó en un comunicado a los miembros del Consejo a que reaccionen «rápidamente a esta nueva violación por Corea del Norte del derecho internacional».
En este sentido, desde la Unión Europea se pide a Pyongyang que se implique en un diálogo «creíble y significativo» orientado a conseguir la desnuclearización de la península coreana y la implementación de las resoluciones de Naciones Unidas.
La presidenta de turno de la comisión preparatoria de la Organización del Tratado de Prohibición Total de Ensayos Nucleares (CTBTO), la panameña Paulina Franceschi, consideró el test de «totalmente inaceptable, ya que constituye una grave amenaza para la paz y estabilidad internacional».
La actual embajadora de Panamá ante los organismos internacionales en Viena destacó que este ensayo «es un asunto de máxima preocupación» para la comunidad mundial.