Ramos Allup insiste en que salida a la crisis «debe ser democrática»
EFE
El partido opositor Acción Democrática (AD), que este jueves cumple 77 años de fundado, pidió al antichavismo que insista en buscar una solución «democrática» a la severa crisis que vive Venezuela.
Durante el acto de aniversario del partido que se celebró en Caracas, el secretario general de la organización, el diputado Henry Ramos Allup, dijo a periodistas que los partidos tienen que «seguir luchando para lograr condiciones electorales que permitan elegir y cambiar democráticamente a este Gobierno».
Ramos, que fue presidente del Parlamento, aseguró: «Nosotros no queremos guerra, que es precisamente lo que quiere el Gobierno (…) no queremos matanza que es precisamente lo que quiere el Gobierno y por eso niegan todas las condiciones de participación democrática».
El parlamentario criticó «que haya algunos (voceros políticos) que piensen que el problema (…) venezolano se va a resolver a tiros o en una especie de guerra civil».
«No queremos que la crisis se resuelva donde quiere el Gobierno que es a tiros, a muertos (…) sino como lo quiere la inmensa mayoría del pueblo venezolano y de la comunidad internacional».
Por esa razón el político dijo que el partido en el que milita sigue «luchando por tener un proceso electoral confiable, donde los venezolanos se puedan expresar libremente».
Según Ramos, el estatal Consejo Nacional Electoral de Venezuela (CNE), pone «alcabalas» a los partidos políticos, haciéndoles recoger firmas «para después decir que están invalidados».
«Queremos elecciones libres, no sainetes, no simulacros», concluyó.
En noviembre pasado, el gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) pidió al Consejo Nacional Electoral (CNE) tomar medidas contra los partidos opositores AD, Voluntad Popular (VP) -del político preso Leopoldo López- y Primero Justicia (PJ), en el que milita el diputado Julio Borges, por supuestamente llamar a no votar.
En diciembre la Asamblea Nacional Constituyente, órgano integrado solo por chavistas y no reconocido por varios Gobiernos del mundo, aprobó un decreto que establece que los partidos que quieran participar en próximas elecciones deben haber participado en comicios anteriores.
Asimismo, obliga a los que no lo hicieron a renovarse ante el Poder Electoral si no quieren ser inhabilitados.