Rafael Ramírez presentará un descargo público ante acusaciones de corrupción en PDVSA
Redacción
El expresidente de Petróleos de Venezuela (PDVSA) Rafael Ramírez prevé hacer público próximamente un descargo en respuesta a las acusaciones de corrupción durante su etapa al frente de la petrolera estatal venezolana, según dijo en una entrevista con Efe.
Ramírez fue señalado en noviembre pasado por la Asamblea Nacional (AN) como responsable político de casos de corrupción en PDVSA entre 2004 y 2013, dentro de un informe aprobado con los votos de la oposición y después de que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) declaró la nulidad de los actos de la Cámara por incumplir una sentencia.
Desde el primer momento, el ahora embajador de Venezuela ante la ONU defendió que esa investigación parlamentaria era una “campaña política” en su contra y negó todas sus conclusiones. Desde entonces, asegura que ha revisado todo lo incluido en ese informe y que ha preparado “un descargo”, que va a hacer público “en cualquier momento”.
“Pusieron cualquier cosa que se les ocurría poner, es denuncia temeraria. (…) Resulta que yo soy el responsable de cualquier cosa que haya pasado en una corporación como PDVSA, que es la quinta más importante del mundo, con más de 250 empresas y más de 120.000 trabajadores”, señaló.
El pasado noviembre, el embajador venezolano ya había anunciado su intención de demandar por difamación al diputado opositor Freddy Guevara, quien lideró la investigación en su contra. Preguntado al respecto, Ramírez dijo que aún no ha presentado la demanda, pero que sigue planeando hacerlo y que únicamente está “esperando a que pasen los lapsos”.
Según aseguró, Guevara “ha actuado con mucha alevosía en el objetivo” de tratar de ensuciar su nombre, sobre todo por los altos cargos que ocupó en el Gobierno del fallecido Hugo Chávez (1999-2013) y buscando utilizar su puesto en la ONU para lograr “impacto internacional”.
Ramírez acusó a la “extrema derecha” de la Asamblea de una “ofensiva política” en su contra y al diputado de “querer hacerse famoso” a costa de su nombre.
En ese sentido, el que también fuera ministro de Energía y posteriormente de Exteriores lamentó que “no hay manera de detener la sarta de ofensas” contra él que se han vertido en redes sociales como Twitter. “Es una batalla difícil. Te acusan de una cosa absurda como sea, y sin pruebas ni nada ya te condenan en las redes sociales y te condenan grandes medios y grandes titulares”, señaló.
“Yo siempre confío y aspiro a que quienes tengan que dirimir este tipo de cosas tengan la suficiente responsabilidad para no prestarse a un linchamiento moral y político que es lo que se pretende”, añadió.