Rafael Correa regresa a Ecuador para liderar la oposición a la consulta convocada por Moreno
El País
La guerra abierta entre el ex presidente Rafael Correa y su sucesor y compañero de partido, Lenín Moreno, no amaina en Ecuador. Las discrepancias entre ambos líderes de Alianza PAIS (AP) son cada vez más evidentes. Correa, quien siempre advirtió que no dudaría en regresar de su retiro político en Bélgica si alguien intentaba destruir lo logrado durante sus diez años de mandato, acusa a Moreno de «desleal» y acudirá a una convención de AP que, pese a que no es reconocida por los partidarios del actual presidente, está prevista para el 3 de diciembre.
El regreso de Correa se produce en un contexto en el que AP está fuertemente dividido en dos bandos: correístas, que creen que el actual presidente se ha desvinculado de los principios de la llamada Revolución Ciudadana que lideró su predecesor, y morenistas. La actitud dialogante que el actual gobierno muestra con partidos de oposición y el empresariado ecuatoriano ha provocado las críticas de un sector del movimiento, que se han recrudecido desde que se confirmó la convocatoria de una consulta popular que aún no tiene fecha, pero se estima que se celebre a principios de 2018. Siete son las preguntas que, a propuesta de Moreno, la ciudadanía deberá evaluar en las urnas.
La tercera cuestión, que plantea eliminar la reelección indefinida, ha sido la que ha levantado más asperezas entre las bases y varios pesos pesados de AP. Si se deja sin efecto esta enmienda constitucional propuesta por el gobierno de Correa en 2015, pero que entró en vigor después de las elecciones de abril de 2017, el ex mandatario no podría volver a aparecer en las papeletas de futuras elecciones presidenciales.
Correa, apoyado por figuras relevantes de AP y una parte de la militancia, ha liderado desde entonces la oposición a la consulta popular convocada por Moreno, que cuenta con el apoyo de los principales partidos de la oposición.»Correa llega este viernes para movilizar a las bases de AP. En la formación, más que en el resto de la sociedad, hay inquietud por la agenda establecida por Moreno», señala Franklin Ramírez, doctor de Sociología Política de la Universidad Flacso de Ecuador. «De cara a la consulta popular, es fundamental para las dos grandes facciones de AP controlar el partido.
Eso, además, puede tener cierto impacto en los resultados de las elecciones sectoriales de 2019″.Desde que se hicieron públicas las preguntas de la consulta, la división se ha agudizado de manera progresiva en AP. El pasado 31 de octubre, una facción de la Directiva Nacional de Alianza País aprobó, sin consultar con las bases, la destitución de Lenín Moreno como presidente del movimiento. Alegaban que el líder no había mostrado «coherencia» con el plan de gobierno y el proyecto político iniciado por Correa. El sucesor temporal de Moreno fue Ricardo Patiño, exministro y muy cercano a Correa. Sin embargo, la decisión de una parte de la Directiva de AP fue paralizada por un Tribunal de Garantías Penales al día siguiente y sus impulsores sancionados por la formación. El caso aún no ha concluido: Gabriela Rivadeneira, secretaria Ejecutiva de AP y correísta, contraatacó con una denuncia ante el Tribunal Contencioso Electoral.