800 Noticias
Desde muy pequeños nos enseñan que H2O y agua son lo mismo. Desde entonces donde vemos el H2O inmediatamente lo relacionamos. ¿Pero quién dijo que esto era así?
Durante casi toda su existencia, la teoría atómica ha tenido mucho más de filosofía que de ciencia. Oculta a los ojos de gran parte de los científicos, para los que investigaban las propiedades de la materia era indudable de que estaba compuesta por átomos. El problema con el que se enfrentaban era su incapacidad para obtener sustancias puras. La química arrastraba todavía el lastre de los cuatro elementos griegos. El descubrimiento del oxígeno, nitrógeno, hidrógeno y otros elementos químicos hizo que volviera a ponerse de moda la teoría atómica, pero con un enfoque totalmente diferente. El culpable, un meteorólogo cuáquero llamado John Dalton (1766-1844).
La pasión de Dalton era la meteorología. Construía barómetros, termómetros y pluviómetros para poder entender lo que constituía su máxima obsesión: la humedad y el ciclo del vapor de agua en la atmósfera. Pero lo más importante fue descubrir que el aire contenía cuatro veces más nitrógeno que oxígeno -y pequeñas trazas de dióxido de carbono-. Este hallazgo espoleó su interés por investigar cómo reaccionaban entre sí los gases. En sus experimentos se dio cuenta que al combinar una cierta cantidad de gases siempre quedaba algo de los gases primitivos sin reaccionar. Por ejemplo, el oxígeno y el hidrógeno siempre se combinaban en una proporción de ocho a uno.
Este hecho había sido descubierto poco tiempo antes por el francés Joseph Louis Proust (1755-1826), que en esos momentos estaba peleando por convencer a sus colegas de que cada sustancia química estaba compuesta por una cantidad dada de elementos puros. Daba igual cómo se hubiese obtenido una sustancia, siempre contenía los mismos «cuerpos simples» combinados en las mismas proporciones. Reflexionando sobre todos estos interrogantes Dalton llegó a la conclusión de que podían explicarse si suponía a la materia compuesta por átomos. También encontró que la hipótesis atómica explicaba una ley que acababa de descubrir: todos los gases se expanden la misma cantidad si se les aumenta en la misma proporción la temperatura.