¿Qué viene luego de 50 años de internet?
Yola del Castillo
Internet nacióhace 50 años, el 29 de octubre de 1969,cuando se estableció el primer enlace Arpanet –Advanced Research Projects Agency Network– entre la Universidad de California, Los Ángeles, y el Instituto de Investigación de Stanford. Pero muchos de nosotros ni recordamos ese momento, ni tampoco el que vino después en 1989 cuando se inició el lenguaje HTML. Quizás realmente recordamos el momento en que se creó la World Wide Web en 1990 o el boom de los .com, porque empezamos a tener acceso y disfrutamos directamente de ellos.
Pues esa primera comunicación trajo consigo una avalancha de avances interconectados que cambiaron nuestras vidas para siempre: redes móviles 2G, 3G, 4G y 5G, dispositivos móviles, mensajería instantánea para conectarnos de manera inmediata sin necesidad de una llamada telefónica, redes sociales para compartir fotos, noticias y hasta nuestros momentos felices, correo electrónico, plataformas educativas especialmente diseñadas para aprender temas de nuestro interés u obtener un título universitario, consumir y compartir noticias falsas, pedir comida desde nuestro ordenador o móvil y llegar a un destino manejando sin necesidad de tener un mapa en nuestras manos.
Internet a unido personas de todas partes del planeta conectando todo, personas que no se conocen personalmente están conectadas por un mismo objetivo o gusto en común, personas que tenían años sin comunicarse lograron establecer una relación de nuevo, familiares separados o equipos de trabajo pueden verse por video a diario sin necesidad de estar en el mismo lugar. Sin duda, ha sido un avance extraordinario el que Internet trajo consigo.
Evolución de las interfaces visuales y experiencia de usuario
En 1996 antes del boom de los .com, las páginas eran portales en donde la información se desplegaba y el home no debía pasar de una pantalla. En su momento, eran muy al estilo de los diseños de pantallas interactivas de los CD-ROM, pero al mismo tiempo ofrecían todo en el mismo site: buscador, noticias, publicidad, incluso tiendas online. Luego en un par de años ya se manejaban diseños en donde lo importante era desplegarla mayor cantidad de información posible de manera que el usuario no hiciera clic y en donde era mucho más válido hacer barrido de la página hacia abajo – conocido en inglés como “scroll down”-.Ya mucho más parecido a como manejamos los diseños actualmente.
En poco tiempo ya se estaban trabajando en diseños para dispositivos móviles AvantGo para PDAs como Palm OS, que ni remotamente se trataban de las interfaces visuales móviles de hoy en día, en aquel momento el único color con el que se contaba para los textos e icono será el negro sobre un fondo gris.
Luego pasamos a los actuales diseños responsive en donde un mismo diseño debe funcionar de manera óptima en todos los dispositivos digitales contando con miles de herramientas llenas de color, tipografías y funcionalidades que hacen que la experiencia de los usuarios sean únicas y totalmente cercanas. Aplicaciones de todo tipo que nos acompañan en nuestra vida cotidiana, unas que se supone existen para que seamos más efectivos en el trabajo -Slack, Trello, Skype, Google-, en nuestra nutrición y planes de entrenamiento -Training Peaks, Strava, Nike+ Running, Myfitnesspal-, hábitos de lectura -Kindle, Goodreads-, finanzas personales -Fintonic, Whallet, Spendee- entre otras muchas rutinas diarias que son controladas por la tecnología. Prácticamente nuestra vida cotidiana depende de estas aplicaciones, pero ¿qué está pasando entonces con las conexiones humanas?
No todo ha sido positivo
Internet y todos los avances que ha traído también han desencadenado una serie de problemas que van creciendo de manera exponencial: las noticias falsas, el incremento de depresión y soledad por el alto consumo de redes sociales en ciertos grupos de personas, las estafas vía canales digitales por falsas identidades, la pérdida de derechos de autor, entre muchos otros aspectos con los que nos hemos encontrado a lo largo de estos 50 años, miles de problemas que siguen sin solucionarse y que al contrario, se están convirtiendo en una bola de nieve.
A medida que Internet se vuelve más “inteligente y hábil”, nos hacemos más vulnerables ante la tecnología. Hemos perdido nuestra privacidad y cada día estamos más desnudos ante el mundo; basta con escribir el nombre de una persona en Google y ya puedes saber mucho sobre ella, en dónde trabaja, su origen, residencia, fotos y hasta videos. Pues sí, saben todo sobre nosotros, nuestros gustos, hobbies, marcas preferidas y miles de otras cosas que hacen que nos incluyan como parte de un segmento u otro en una campaña publicitaria. Suena fuerte, pero es una realidad, nuestra información personal y privacidad está en manos de empresas para dirigirse estratégica y específicamente a nosotros con publicidad y mercadeo.
Y es ahí cuando nos preguntamos hasta dónde va a llegar ese primer enlace que disparó Internet hace 50 años. Ya el IOT -Internet de las Cosas-engloba nuestro día a día y formamos parte de ese ecosistema junto con nuestros dispositivos, sean automóviles, equipos en residencias, fábricas u oficinas, relojes, televisiones, computadores y electrodomésticos. Según Forbes, aproximadamente 26.000 millones de dispositivos estarán conectados en todo el mundo a finales de este año 2019.
Entonces con temor pensamos en donde estaremos en unos 50 años más, nos preguntamos si ya existirán controles que limiten esos accesos ahora casi ilimitados en o entre ciertos países, si el sector público tomará las riendas de todo y ya no estará en manos de empresas privadas, son muchas preguntas las que nos hacemos. Si bien es cierto que cualquiera de estos hechos pueden ocurrir a largo plazo, a muy corto y mediano plazo hay cambios que ya son obvios y que generarán gran impacto conectando aún más a las empresas con el Internet de las cosas, el control de mayor cantidad de dispositivos a través de la voz es inminente, al igual que una mayor eficiencia en el alcance de redes móviles a través de 5G, desarrollos y avances agigantados de AI -Inteligencia Artificial-y aprendizaje automático para contar con data más inmediata y exacta como columna vertebral de cualquier decisión.