¿Qué se necesita para viajar entre el Reino Unido y la UE tras el Brexit?
EFE
Con el Brexit, cambian las condiciones para viajar entre el Reino Unido y la Unión Europea (UE). Quedará limitado el tiempo máximo que se puede hacer turismo sin visado, no se podrá cruzar la frontera con ciertos alimentos y serán necesarios nuevos documentos para conducir, entre otras condiciones.
A pesar del acuerdo al que han llegado Londres y Bruselas para regular su futura relación, a partir del 1 de enero termina la libre circulación entre ambos lados del canal de la Mancha y se imponen nuevas restricciones.
¿Qué documentos serán necesarios para viajar?
Los ciudadanos comunitarios pueden continuar entrando al Reino Unido con su tarjeta de identidad nacional (DNI, el en caso de España) hasta el 1 de octubre. Si están registrados como residentes en el Sistema de Asentamiento en las islas británicas, esa identificación seguirá siendo válida en la frontera hasta el 31 de diciembre de 2025.
Los ciudadanos británicos, por su parte, deberán mostrar un pasaporte expedido hace menos de diez años y con al menos seis meses restantes de validez en la fecha de entrada a un país de la Unión Europea.
Al cruzar la frontera, en ambas direcciones, se le puede exigir al turista que haya adquirido un billete de regreso, o bien que demuestre que tiene medios para pagarlo y mantenerse durante su estancia en el extranjero.
¿Cuál es el tiempo máximo de viaje sin un visado?
Un visitante europeo podrá estar un máximo de seis meses en territorio británico sin solicitar un visado.
Las estancias de los turistas británicos en la Unión Europea, en cambio, estarán más limitadas. Solo podrán permanecer en un país del bloque como visitantes durante 90 días, repartidos dentro de un periodo de 180 días.
Durante ese tiempo pueden hacer turismo, visitar a familiares y amigos, hacer negocios o cursar estudios de corta duración. Para estancias más largas y para trabajar deben solicitar un permiso.
A partir de ahora no se puede entrar a un país comunitario desde el Reino Unido con productos cárnicos y lácteos. Un turista que haya comprado un bocadillo de jamón y queso en el Reino Unido, por ejemplo, deberá deshacerse de él antes de cruzar la aduana de otro país europeo.
Se aplicarán excepciones a esa norma en caso de la leche en polvo para niños y alimentos especiales requeridos por razones médicas.
Las frutas y los vegetales deberán ir acompañadas de un certificado fitosanitario, excepto en el caso de piñas, plátanos, cocos, dátiles y durios.
Al entrar al Reino Unido desde la Unión Europea, sin embargo, no habrá restricciones para las frutas, vegetales, productos cárnicos ni lácteos.
El acuerdo alcanzado entre Londres y Bruselas prevé que los ciudadanos comunitarios y británicos mantendrán el derecho a recibir cuidados médicos similares a los que asegura la actual Tarjeta Sanitaria Europea (TSE) cuando crucen el canal de la Mancha como visitantes.
Por el momento, ambos lados han detallado que las tarjetas europeas en vigor el 1 de enero continuarán siendo válidas hasta que expiren.
El Reino Unido ha avanzado que espera expedir a sus ciudadanos una Tarjeta Sanitaria Global (GHIC, en inglés), pero aún no ha aportado detalles sobre ese programa.
En cualquier caso, el Gobierno del Reino Unido recomienda contratar un seguro privado antes de viajar entre ambos territorios.
Los británicos y comunitarios que quieran cruzar el canal de la Mancha con su propio vehículo necesitarán solicitar un documento denominado «carta verde» que acredita que se posee el seguro obligatorio.
Los conductores británicos necesitarán adherir al vehículo una pegatina con las siglas «GB» (Gran Bretaña).
Algunos países pueden exigir a los turistas británicos un permiso de conducción internacional. España permitirá a visitantes y residentes británicos utilizar un carné expedido por el Reino Unido hasta el 30 de junio, pero pedirá a los residentes que cambien su documento por uno español a partir de entonces.
Los británicos deberán obtener un certificado sanitario cada vez que viajen con un animal doméstico a un país de la Unión Europea.
Los dueños del perro o el gato deberán solicitar ese documento a un veterinario en un plazo de diez días previos al desplazamiento, además de haberle instalado un chip identificativo.
No habrá, en cambio, restricciones adicionales a las actuales para viajar desde la UE hacia el Reino Unido con una mascota.
Con el Brexit, finaliza la garantía de que no se incrementa el coste de las llamadas entre el Reino Unido y la Unión Europea.
Aunque algunos operadores han avanzado que no tienen planes de cambiar sus tarifas por ahora, cada cliente deberá consultar los precios que se aplicarán. EFE