¿Qué es la alexitimia?
Agencia.- La muerte de un ser querido, ganar la lotería, una ruptura amorosa… La mayoría de las personas, al experimentar ciertas situaciones, se emocionan, ya sea de forma positiva o negativa; las emociones son una forma de conectar con el mundo y son tan necesarias como la vista o el oído, pues nos permiten desarrollar un comportamiento social que ayuda a la supervivencia de nuestra especie; sin embargo hay personas que no sienten nada o bien sienten algo extraño que no saben definir… hablamos de la alexitimia, la incapacidad para identificar las emociones. Se trata de un trastorno muy duro que sorprendentemente afecta a una de cada siete personas, aunque gran parte de éstas ni siquiera saben que lo padecen. Quienes rodean a los alexitímicos tienden a pensar que son desalmados e insensibles pero lo cierto es que no carecen de sentimientos, más bien de una “mentalización” de éstos.
Este trastorno se caracteriza por una mentalización deficiente de las emociones, siendo escasas o nulas las sensaciones corporales asociadas a ellas.
En un proceso alexitímico, no hay tales intercambios lingüísticos ni señalizaciones verbales, ni, muchas veces, sensaciones físicas. Entonces ¿Cómo podemos superar un problema sin saber cómo nos afecta? ¿ como lo afrontamos? ¿Cómo podemos canalizar lo que sentimos? En estos casos la impotencia es constante, conllevando ello una gran agresividad hacia el entorno e incluso hacia uno mismo.
“Los alexitímicos no saben poner etiquetas a eso que están sintiendo”, explica la psicóloga Julia Vidal, directora del centro de investigación Área Humana Psicología, quien ha tratado varios casos en su consulta.
“Suelen estar con su pareja porque toca, observan y siguen las normas, hacen lo mismo que el entorno. Sí llegan a sentir atracción y tienen relaciones sexuales, pero no expresan nada más. Cuando les abandonan lo único que alcanzan a decir es que creen que se sienten mal”, apunta la experta.
Aunque se trata de un padecimiento descrito generalmente en la literatura especializada como de carácter psicológico, los neurólogos han observado en los pacientes alexitímicos anomalías en una zona cerebral encargada de vincular el área de las emociones con la zona que toma conocimiento de estas emociones, las analiza y las formula.
“Sentimos las emociones con una estructura que generalmente está en el lóbulo temporal derecho del cerebro y los expresamos a través del lóbulo frontal del hemisferio izquierdo. Si tenemos una lesión que interrumpa el circuito de conexión entre las dos estructuras se puede producir una imposibilidad para hablar de los sentimientos”, describe el doctor Carlos Tejero, vocal de la Sociedad Española de Neurología.
Con frecuencia este trastorno está asociado a algunas enfermedades como la esquizofrenia, el autismo, estrés postraumático y trastornos alimentarios. También parece frecuente en quienes han sufrido abusos en la infancia, donde las emociones han quedado reprimidas.
Pero lo que cada vez está más claro es que existen diferentes orígenes o causas y con ello, varios tipos de alexitimia. En unos casos la persona no puede expresar sus emociones, pero en otros no es consciente de tenerlas. Es decir, las tiene pero su cerebro no las reconoce.
La psicóloga Julia Vidal considera que si la alexitimia no se trata puede degenerar en depresión, aislamiento social por falta de empatía y desarrollo de problemas psicosomáticos. En algunos casos, deriva en problemas de alcoholismo, drogas y trastornos alimentarios.
La Psicología trata esta incapacidad cuando es consecuencia del aprendizaje emocional y se suele emplear el test de Taylor, el Tas20, un cuestionario de 20 puntos para detectarla.
En el tratamiento, a los alexitímicos “se les enseña a identificar sus emociones y las de los demás, compartirlas”, precisa la doctora Vidal, quien asegura que se termina aprendiendo y que serán capaces de repetir comportamientos que tengan consecuencias positivas.