Puerto Rico se alista para segunda votación de primarias
AP
Los puertorriqueños se preparaban el jueves para el segundo fin de semana consecutivo de primarias luego de que la Corte Suprema del territorio estadounidense ordenó a las autoridades la reapertura de los centros de votación donde los errores en el suministro de boletas impidieron votar en primera ronda.
El fallo del miércoles afecta solo a los centros que no llegaron a abrir o que no estuvieron abiertos las ocho horas reglamentarias el domingo debido a la falta o a la demora en la llegada de las boletas.
La decisión generó preocupación entre algunos que creen que excluye a los votantes que no regresaron a los centros que abrieron tarde pero se mantuvieron abiertos el tiempo exigido, porque algunos no pudieron volver o no sabían que la votación era posible.
La alcaldesa de la capital, San Juan, Carmen Yulín Cruz, quien es una de las tres aspirantes a gobernador por el principal partido de oposición, el Partido Popular Democrático, dijo no estar de acuerdo con la decisión de celebrar una votación parcial este domingo.
“Los electores pudieron confundirse con toda la información conflictiva que surgía momento a momento y perder la oportunidad de ejercer el voto por creer que su colegio estaba cerrado”, dijo.
Maite Oronoz, presidenta de la Corte Suprema de Puerto Rico, dijo en su opinión que no había una solución perfecta a lo que describió como una “vergüenza” que laceró el derecho fundamental al voto.
“Miles de puertorriqueños invirtieron su tiempo, arriesgaron sus vidas ante el contagio potencial del COVID-19, hicieron arreglos en sus trabajos o en sus hogares, esperaron en filas bajo el sol, pagaron transportación o se movilizaron a pie — más de una vez — para ejercer su derecho al voto. Muchos, incluso, fungieron como voluntarios en los colegios para garantizar la pureza de los procesos y la Comisión Estatal de Elecciones les falló abismalmente”, escribió Oronoz.
El fallo responde a cinco demandas incoadas luego de que la falta de boletas o la demora en su entrega derivó en que el domingo sólo se votara en aproximadamente 60 de los 110 centros de votación de Puerto Rico.
Tres de ellas fueron interpuestas por candidatos a gobernador que exigieron que los sufragios que ya habían sido emitidos fueran contabilizados y difundidos. Una cuarta demanda, presentada por la gobernadora Wanda Vázquez — quien participó en las primarias de su partido_, solicitaba la realización de una segunda ronda electoral en los centros que abrieron tarde. La quinta era de una votante representada por la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés).