Psicóloga: Que bonito sería que se divorciaran
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Por lo general cuando nos enteramos que una pareja conocida de nuestro ámbito social o familiar se va a separar, tenemos la tendencia casi inmediata de ponernos a lamentar. Pareciera que existe una especie de protocolo para el manejo de estas situaciones.
Se comienza con una serie de suposiciones y observaciones seguidas de un acumulo de relatos de situaciones previas observadas que ahora se analizan desde otro punto de vista.
Frases como:
Recuerdo haberlos visto tratarse tan mal en tal cena, se veían distanciados últimamente, por todo peleaban…
O por el contrario, habrá aquellos que los recordarán felices y la decisión los sorprenderá Quién iba a pensarlo? Si eran una pareja ideal…
Luego estarán los de visión más catastrófica, que en cuestión de minutos ya determinarán que el futuro y la felicidad de los hijos ya se los cobrará. No habrá concluido el día del anuncio de la decisión cuando los amigos y la familia de la ya EX PAREJA, habrán decidido quien tiene mayor porcentaje de culpa y hasta cual de los dos es el que se ha atrevido a traicionar. Tomarán partido y juzgarán y en base a ese rápido juicio actuarán, sobre todo y más delicado aún hablarán.
Ahora, solo por un momento, han pensado que para algunas parejas. Lógicamente no todas las parejas ni relaciones son iguales . Divorciarse es lo que mejor les pudo pasar.Si bien es cierto que la mayoría de las personas se casa creyendo haber encontrado el amor o mínimo a la persona ideal para empezar esta unión, también es cierto que la gente se equivoca y equivocarse no es sinónimo de maldad y mucho menos de brutalidad. En todo caso equivocarse sería sinónimo de humanidad.
Saben que cantidad de parejas pasan la vida soportando a quien tienen al lado?.Calándose a quien tienen al lado, Esforzándose por llegar a un aniversario más y obtener una buena foto para publicar. Desesperándose porque los hijos crezcan rápido para poder darse el permiso de soñar.
No se puede vivir atrapado en una relación. No se puede hacer el amor por convicción y mucho menos por obligación. Cuando el amor se va, cuando la ilusión se acaba y realmente NO HAY VUELTA atrás. No se exijan una prueba de resistencia a cuenta de pagar sus errores. No se mientan, ni se traicionen. Los hijos no crecen felices solo por mantener una especie de ilusión de estabilidad.
No sería más bonito y hasta poético o por lo menos más sensato, considerar la posibilidad de una separación en paz, rodeada de dialogo y respeto. Lógicamente con su cuota de dolor, no se puede ser ingenuo.
La vida no se termina por saldar un error, queda todo un camino por delante, donde puede nacer de nuevo la esperanza. Donde cada uno podrá volver a encontrarse a sí mismo y es entonces donde de verdad entenderán lo que es el amor.
La próxima vez que nos enteremos que una pareja por la que sentimos un amor especial se quiere separar, bajemos la artillería. Seamos compañía. Entendamos el valor del silencio. Pensemos más no juzguemos. Debemos enfocarnos en ayudarlos a conseguir la calma que necesitan para saber si regresar o continuar. Pero, sobre todo estemos allí para hacerlos sentir que en toda esta compleja ecuación, son ellos los que realmente importan. Que la vida tiene que ser bonita. Que se terminó el llanto en silencio, que será duro pero que llegará el consuelo. Que lo que más nos importa es que vuelvan a sentirse plenos.
El matrimonio sigue siendo una fuerte institución, pero esa fuerza radica en que sea el amor lo que une a dos personas. Cuando te miras en las mañanas en el espejo y te desconoces o no eres capaz de sonreír. Cuando el baño se convierte en refugio de lágrimas y tu almohada es donde consigues calma, quizás llegó el momento de ser valiente y tomar una decisión. Lo bonito lógicamente no sería el divorcio, lo bonito sería ver a quienes quieres recuperar sus vidas, crecer como personas, aceptarse con sus errores y sobre todo volver a verlos felices. Y aunque suene difícil de digerir pero así quizás tengan mayores probabilidades de darle a sus hijos esa estabilidad que desean.
Soy una fuerte defensora del amor y de la unión, pero hay veces donde hay que aceptar que no. Y soportar la crisis y llevarse un chaparrón.
Con información de: Panorama
