Provea: «Abandono y el Covid-19 agrava situación de los pueblos indígenas» - 800Noticias
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De acuerdo a la información recopilada por Provea para su Informe Anual, durante el año 2020 se acentuó la violación de los derechos de los pueblos indígenas, debido al abordaje discriminatorio de la pandemia de la Covid-19 por parte del gobierno venezolano, lo que los situó como una de las poblaciones en mayor situación de vulnerabilidad, que no solo padeció riesgos sobre su integridad física, sino también sobre todo su conocimiento ancestral.

Persistieron los problemas estructurales como el incumplimiento en la titulación y demarcación de los territorios (de la que no hay reportes); la violación al derecho de consulta previa, libre e informada; las presiones del modelo extractivista minero; la falta de políticas públicas con un enfoque intercultural y la cooptación de las organizaciones tradicionales, impactando gravemente los planes de vida de los pueblos y comunidades indígenas de Venezuela.

Aunado a lo anterior, por cuarto año consecutivo no se publicó la Memoria y Cuenta del Ministerio del Poder Popular para los Pueblos Indígenas (MINPI) lo cual deja un vacío en la información oficial, especialmente en el seguimiento de las políticas públicas que se estarían implementando y la ejecución de los recursos económicos.

La pandemia por Covid-19 y los pueblos indígenas

A pesar de que el 17 de marzo de 2020 se decretó el Estado de Alarma Constitucional debido a la pandemia de la Covid-19, los primeros casos entre población indígena se dieron a conocer en mayo de 2020, entre un grupo de indígenas venezolanos provenientes de San Gabriel de Cachoeira, en Brasil. Los indígenas pertenecían a la etnia Yeral y Kurripako y vivían en San Carlos de Río Negro, Amazonas. Posteriormente se detectaron casos entre el pueblo indígena Pemón, en el municipio Gran Sabana, Bolívar, contagiados al entrar en contacto con viajeros.

Antes de la publicación de estos datos, distintas organizaciones habían alertado sobre la presencia de casos positivos de Covid-19 en todos los estados con población indígena, lo cual representaba un riesgo. En territorio Yanomami del estado Amazonas, por ejemplo, se supo de casos de contagio en La Esmeralda, una comunidad multiétnica, y varios otros en Alto Orinoco. En esa misma localidad y en el territorio Ye’kwana, más al norte, se notificaron diversos contagios (más de 200) y defunciones que diferentes líderes atribuyen a la presencia del Covid-19. Hubo información sobre la entrada de agentes de salud a los territorios, pero no sobre los resultados de las pruebas rápidas o las confirmatorias.

Pero antes de la Covid-19 la supervivencia de los pueblos originarios ya estaba comprometida por la incidencia de otras enfermedades como la malaria, tuberculosis, neumonía y sarampión. Sin embargo, durante 2020, prácticamente no se tuvieron reportes sobre estas enfermedades, no porque hayan sido erradicadas sino por el nulo acceso a la información tanto oficial como en terreno, lo cual deja aún más desatendidos a los pueblos indígenas.

En junio de 2020, la Organización Indígena de la Cuenca del río Caura Kuyujani denunció que 26 indígenas del Alto Caura y Alto Erebato, en el municipio Sucre del estado Bolívar, murieron por complicaciones asociadas a la malaria durante la cuarentena por la Covid-19.

Los indígenas Yukpa y Barí denunciaron que no reciben tratamientos adecuados para atender ésta y otras enfermedades como tuberculosis y paludismo, que se agravan con la desnutrición y el hambre que azota a estos grupos vulnerables.

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